Los gases son uno de los problemas más normales a los que nos enfrentamos y no es de extrañar porque son multitud los alimentos que los producen. A veces aparecen en los momentos menos oportunos en forma de flatulencias, eructos o distensiones abdominales y muchas veces se complican por otros factores, como pueden ser el síndrome del intestino irritable, la obstrucción de los conductos intestinales, la intolerancia a los hidratos de carbono o el sobrecrecimiento bacteriano. No obstante, controlando lo que comemos podemos disminuir el nivel de gases que por nuestro sistema digestivo, así que en este artículo vamos a conocer los alimentos que más gases producen para intentar reducir su consumo.
Cereales, legumbres y tubérculos
Los alimentos pertenecientes a estos grupos provocan muchos gases por una cuestión digestiva y es que tanto los cereales como las legumbres y los tubérculos contienen mucha fibra e hidratos de carbono que el intestino es incapaz de digerir. Aquí entra en juego la flora intestinal, que para eliminar dicha fibra no digerible la fermenta produciendo mucho gas.
En realidad, cualquier legumbre provoca aerofagia, es decir, la ingesta de aire que produce los gases. Tanto las lentejas como las judías, alubias o los garbanzos son conocidas por su capacidad de hacernos sentir molestias intestinales y los expertos recomiendan comprarlos de buena calidad para que no se les vaya la piel durante la cocción y provoquen aún más gases.
Respecto a los tubérculos y cereales, los que más gases producen son las patatas, el arroz, el maíz y el trigo, pero especialmente todos aquellos cereales que sean integrales y alimentos con almidón. Esto es así porque, aunque son más nutritivos y ayudan a que nuestro tránsito intestinal sea más constante y mejor, en realidad producen más gases al ser digeridos. Del mismo modo, el pan de menor calidad elaborado con harinas refinadas y levaduras químicas es peor digerible, provocando una mayor aerofagia. Para evitarlo conviene ingerir panes elaborados con masa madre.
Frutas y verduras
- Brócoli, coles, col de Bruselas y coliflor: todos estos vegetales contienen refinosa, un tipo de glucosa que se digiere en las bacterias intestinales, así que hasta que no llegan allí durante la digestión, hinchan la tripa con los gases. A esto hay que añadirle que son una gran fuente de fibra, es decir, son difícilmente digeribles, pues lo que sucede es que la flora bacteriana la descompone.
- Lechuga, repollo, alcachofas, espinacas y acelgas: estas verduras, además de contener fibra, están compuestas por fructosa, un tipo de glucosa que también es de difícil absorción y, por consiguiente, los gases que generan en su descomposición se quedan en nuestros conductos intestinales y han de ser expulsados en forma de flatulencias.
- Pimientos y cebollas: así como las anteriores verduras dan gases por su composición, el pimiento y la cebolla son otros de los vegetales que sirven de ejemplo. Para reducir las flatulencias o hinchazones de tripa que producen, se recomienda tomarlos en forma de purés.
- Guisantes: están a medio camino entre las legumbres y las verduras, y aunque son gran fuente de proteínas, también lo son de fibra. Por lo tanto, su digestión es compleja y generan gases.
- Peras, albaricoques, manzanas, ciruelas, plátanos y uvas pasas: se trata de las frutas qué más fibra y fructosa contienen, así que también producen gases, aunque en general la mayoría de los vegetales general aerofagia. Si tomas fruta para cenar y ya has comprobado que te dan gases, prueba a adelantar tu hora de la cena o a ingerirlos en batidos naturales.
Lácteos
El ser humano es de las pocas especies que continúa tomando leche o productos derivados de ella más allá de su etapa de lactancia. Esto ha provocado muchos problemas de intolerancia o alergia a los productos lácteos porque el cuerpo humano carece de las enzimas necesarias para absorber la lactosa y como consecuencia muchas personas tolerantes sufren dolores intestinales o gases excesivos cuando ingieren estos alimentos.
Así pues, se recomienda tomar leche reducida en grasa, como puede ser la semi o la desnatada al completo. Por otro lado, a la hora de elegir quesos, es preferible evitar los de mayor curación y para el caso de los yogures, no optar por los que integren frutas o cereales.
Recomendaciones para evitar tener gases intestinales
Aunque la carne y el pescado son alimentos imprescindibles en la dieta, es conveniente señalar que en exceso pueden generar gases. Así pues, lo más recomendable es dejar a un lado las vísceras y las carnes más grasas, siendo recomendables los pescados tanto blanco como azules ricos en omega 3 y las carnes más ligeras como las de pollo, pavo o cordero. Te sorprenderá saber que la carne de cerdo está compuesta por una proteína que precisamente favorece la concentración de gases y que además hace que aumente los niveles de azufre, hecho que hará que las flatulencias tengan un peor olor.
Por lo general, contra más grasa lleve un alimento, más difícil será su digestión y más pesadez provocará en la tripa, así que para evitar la aerofagia es preciso cocinar con técnicas saludables como cocciones o fritos a la plancha. Respecto a los azúcares, conviene señalar que los azúcares artificiales como el sorbitol, xilitol o manitol también provocan muchos gases intestinales. Estos sustitutos del azúcar se emplean en la elaboración de dulces o chucherías bajas en azúcares y muchas personas pueden resultar intolerantes a ellos, ocasionándoles problemas digestivos.
Asimismo, las bebidas estrella y bien conocidas por su capacidad de proporcionarnos gases son las bebidas gaseosas. Su propio nombre lo indica y es que al tomarlas ingerimos aire, motivo por el cual solemos eructar o tener flatulencias. Por este motivo es preferible evitar los refrescos con gas que además están compuestos por azúcar o por sus sustitutos. Como última recomendación, desde Bekia aconsejamos cocinar con especias que ayudan a reducir los gases si estás buscando comer sano pero sin sufrir molestias por aerofagia. Las que más te pueden ayudar son la menta, manzanilla, el anís, el jengibre, la canela, la alcaraveva o la salvia.