El taichí es un arte marcial no competitiva que aporta numerosos beneficios para la salud, tanto para la salud física como la mental, de hecho, a esta práctica se la conoce también como "meditación en movimiento".
Orígenes del taichí
La historia del taichí está tan difuminada en sus inicios que cómo comenzó resulta un misterio. Por su filosofía e historia conocida, se pueden ligar sus conceptos principales a la historia de China, al Taoísmo y al Confucianismo.
Se piensa que su fundador fue Zhang Sanfeng, un monje taoísta que vivió durante el siglo XII. Algunas historias populares cuentan que este monje abandonó el monasterio para convertirse en un ermitaño y así creó una forma de lucha personal basada en la suavidad. Según su filosofía, los movimientos deben ser suaves, ligeros y fluidos. Cada movimiento del cuerpo debe comenzar en los pies, subiendo por las piernas hasta llegar a las manos de manera armónica. Por tanto, al ser un arte marcial de bajo impacto desde sus comienzos, se ha considerado durante su historia como una práctica adecuada para personas de todas las edades.
Tipos de taichí
Existen cinco estilos diferentes de taichi, que han ido apareciendo en períodos diferentes de su evolución. Cada uno de ellos tiene sus propios métodos, principios y linaje. Algunos están enfocados en la salud, mientras otros se centran en reducir el estrés o la autodefensa. Veamos brevemente estos cinco estilos:
- Estilo Yang. Apareció en el siglo XIX y es, probablemente, el estilo de taichí más popular del mundo. En cada país tiene numerosas variaciones, aunque todas ellas reciben el nombre de 'estilo Yang'. Este estilo está enfocado a la autodefensa, con movimientos grandes y medianos.
- Estilo Wu. Es el segundo estilo más popular y apareció a finales del siglo XIX como una variación del estilo Yang. Tiene tres variaciones bien diferenciadas que derivan de su fundador, Chuan You, su hijo, Wu Jien Chuan, y sus nietos. Sus movimientos son más pequeños y compactos que los del estilo Yang.
- Estilo Chen. Es el estilo más antiguo, se piensa que apareció a finales del siglo XVI en la aldea Chen, en China. Es difícil encontrar practicantes de este estilo ya que exigen una mayor coordinación física y puede pensar la zona lumbar y las rodillas más que otros estilos. Se considera el estilo más atlético y vistoso por su complejidad y a veces espectacularidad. Sus movimientos son más complejos, alternando movimientos lentos con otros rápidos y explosivos, como las patadas.
- Estilo Hao. Es un estilo raro por lo que es difícil encontrar practicantes de este estilo en la actualidad. Fue creado en el siglo XIX algo más tarde que el famoso estilo Yang y consiste en cuadros de pequeños movimientos, o más bien movimientos sutiles. Se centra en los movimientos internos del Qi por los que los movimientos físicos carecen de importancia. No es un estilo recomendado para practicantes principiantes y poco conocedores del taichi y su filosofía.
- Estilo Sun. Es un estilo aparecido en la segunda mitad del siglo XIX. Nació como una combinación de los otros estilos de taichi así como de movimientos de otros estilos de artes marciales como el Shaolin kung fu.
Comenzar a practicar taichí
Para comenzar a practicar taichí no es necesario estudiar la historia de China ni su filosofía, pero es recomendable conocer algunos conceptos básicos de su sistema filosófico. Son tres básicamente:
- Qi o Chi. El Qi es una energía que fluye a través de nuestro cuerpo. La práctica del taichí estimula el flujo adecuado de esta energía.
- Yin y Yang. Estos conceptos son más conocidos, especialmente por su símbolo universal. Se trata de las energías opuestas del universo que necesitan estar en armonía. Se piensa que practicar taichi estimula este equilibrio.
- Qigong o Chi kung. Traducido como 'trabajo de energía'. Consiste en dedicar algunos minutos de respiración suave, acompañada o no de movimientos suaves, antes de la práctica del taichi. La idea de estos ejercicios de respiración es ayudar a relajar la mente y movilizar así la energía del cuerpo. Se puede practicar de pie, sentado o acostado.
Beneficios del taichí para la mente
El taichí consiste en movimientos que mejoran la flexibilidad, la agilidad, el equilibrio, la musculatura y la capacidad aeróbica de los practicantes, todos estos beneficios físicos sin duda contribuyen a mejorar también la mente de sus practicantes. Está demostrado que practicar taichí mejora el humor, alivia el estrés y la ansiedad y reduce los síntomas de depresión.
- Reduce el estrés. Un estudio realizado en 2018 comparó los efectos del taichí sobre la ansiedad relacionada con el estrés con los efectos sobre el estrés practicando ejercicio tradicional. Los investigadores vieron que el taichí proporciona los mismos beneficios que cualquier otro deporte para controlar la ansiedad. El hecho de que el taichí también incluye meditación y respiración consciente evidenció que los beneficios del taichí sobre el estrés eran ligeramente superiores.
- Mejora el humor. El taichí puede ayudar a mejorar el estado de ánimo si se está deprimido o ansioso. Se piensa que las respiraciones y los movimientos lentos y conscientes tienen un efecto positivo en el sistema nervioso y las hormonas reguladoras del estado de ánimo.
- Mejora el sueño. Practicar taichí regularmente puede ayudar a que la calidad del sueño sea mejor. Diferentes estudios realizados a personas de diferentes edades han evidenciado que tras dos meses de práctica de taichí, los participantes mostraban una mejoría en la calidad del sueño, siendo éste más reparador.
- Mejora los síntomas de la depresión. Está demostrado que la combinación de una clase de taichí semanal junto con un tratamiento para la depresión ayuda a reducir los síntomas.
- Mejorar la función cognitiva y reducir los efectos de la demencia.
- Mejora la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas. Los pacientes con artritis reumatoide, osteoartritis, fibromialgia o Parkinson. Los pacientes de enfermedades crónicas muestran mejoras significativas no sólo en su funcionamiento físico sino también en el funcionamiento social y mental, lo que cambió positivamente su calidad de vida. De hecho, hay una rutina especial del estilo Sun diseñada para los pacientes con artritis, que tiene como objetivo aliviar el dolor y mejorar el equilibrio y la calidad de vida. Estos beneficios sin duda ayudan a que la salud mental de los practicantes sea más positiva, además de los beneficios para el cuerpo.
Consejos para la práctica de taichí
Si piensas en practicar este deporte pero tienes problemas físicos o problemas de salud en general, es necesario consultar antes con tu médico de cabecera. También si tomas medicación cuyos efectos secundarios sean mareos o aturdimiento.
Si vas a asistir a una clase de taichí, habla con el instructor. Asegúrate de que el instructor que elijas se preocupa por la salud de los alumnos, de su coordinación y condición física ya que forzarse puede ser perjudicial.
Viste ropa cómoda. Elige ropa ligera con la que puedas moverte libremente. Puedes practicar taichí descalzo, con calcetines o con un calzado flexible que se adapte a los movimientos. La suela debe ser fina porque es importante sentir el suelo bajo tus pies. Presta atención a que el calzado escogido no resbale, que sea seguro y que ayude a tu equilibrio.
No te sientas intimidado por los conceptos filosóficos y las palabras de origen chino. En efecto, aunque se digan nombres en chino, lo importante del taichí son los movimientos, así que céntrate en tu cuerpo, en cómo responde a los movimientos que realizas, a tu respiración y a tu mente. Todo lo demás de la clase de taichí es secundario.
Si aún así no te decides, intenta asistir a una clase solo para observar en qué consiste, habla con los alumnos y con el instructor si lo consideras necesario. Escuchando sus impresiones sentirás si el ambiente es bueno, si se sienten relajados y más positivos. Ver y escuchar los progresos de otros de forma directa sin duda servirá de aliciente para animarte a probar este deporte. Otra opción es informarte a través de internet, buscar vídeos de clases, opiniones de alumnos...
Si quieres ser consciente de tu progreso, lleva un seguimiento de tus mejoras. Los efectos de practicar taichí son apreciables aproximadamente a los dos meses de tener una práctica regular, con una instrucción de una o dos veces por semana además de la práctica regular en el hogar. Tras este tiempo serás consciente de si disfrutas del taichí y de si es beneficioso para ti ya que probablemente notarás los efectos físicos y mentales positivos.
Además de los beneficios mentales, también notarás tu cuerpo más flexible, equilibrado y con más fuerza. La coordinación se ve reforzada y en consecuencia el riesgo de sufrir caídas es menor. El trabajo con las articulaciones hace que éstas se agilicen y se reduzca el nivel de dolor de enfermedades antes mencionadas. Además, por los movimientos aeróbicos también es una práctica beneficiosa para la pérdida de peso.
En definitiva, el taichí es un deporte beneficioso para el cuerpo y para la mente y puede ser practicado por personas de todas las edades. Por tanto, si tienes interés busca un centro que imparta clases de esta arte marcial tan popular, quizá en tu centro de salud habitual puedan informarte sobre este tema ya que hay grupos de taichí que realizan la actividad en entornos naturales como en parques amplios, en las playas o en zonas de montaña.