Cada vez somos más conscientes de la importancia de cuidar nuestro cuerpo a base de hacer ejercicio y tener una alimentación saludable. Las marcas también tienen esto en cuenta e intentan reducir el nivel de grasas y azúcares en sus productos, haciendo que la variedad sea cada vez más grande en el mercado y podamos escoger aquella comida que mejor se adapte a nuestra dieta.
Llevar una vida saludable implica también dejar de tomar grasas saturadas y azúcares que pueden provocarte futuros problemas de salud, como el colesterol y la diabetes. Por lo que cuidar tu alimentación quiere decir que tu dieta debe ser sana y equilibrada, incluyendo todas las cantidades de frutas, verduras, proteínas y demás alimentos necesarios con tal de que tu cuerpo pueda funcionar adecuadamente y puedas conseguir, si lo deseas, modificar o mantener tu figura.
El hacer deporte de manera regular también quiere decir que deberás cuidar de tu alimentación , si quieres obtener un mejor y mayor rendimiento, además de hacer que los resultados sean visibles. De nada sirve hacer mucho ejercicio si después no cuidas tu dieta, ya que quizás todo aquello que has perdido haciendo deporte puedas volver a ganarlo si no comes adecuadamente.
Estar a dieta o seguir una dieta sana o equilibrada no implica tener que pasar hambre. De hecho, una buena dieta incluirá cinco comidas al día, lo que evitará que pases largos períodos de tiempo sin comer, lo que suele generar antojos y hacer que comamos con más ansiedad. Limitar las cantidades de comida que se ingiere y evitar las bebidas gaseosas o alcohólicas hará que, poco a poco, vayas viendo como tu cuerpo se siente mejor y, si es tu objetivo, también pierdas peso o tonifiques esos músculos que has ejercitado haciendo deporte.
Debes tener en cuenta que hacer dieta tampoco no significará que no puedas comer dulces o bizcochos cuando te apetezca. De hecho, será una excelente manera para que aprendas a hornearlos tú mismo en casa, porque existen una gran cantidad de recetas que puedes llevar a cabo con tal de aprender cómo hacerlos tú mismo y así evitar tomar todos los conservantes, azúcares y grasas saturadas que pueden llevar los que compres ya fabricados tanto en supermercados como en pastelerías o panaderías. El sabor no será exactamente el mismo, pero estará también delicioso si le añades los ingredientes fit que existen en el mercado (cada día en mayor variedad) y a tu gusto.
Descubre cómo preparar un bizcocho fitness al microondas, un desayuno saludable y delicioso que te ayudará a ganar la fuerza que necesitas antes de hacer deporte y que, además, te ayudará a seguir la dieta y cuidar de tu cuerpo.
Cómo preparar un bizcocho fitness al microondas
Lo primero que deberás hacer antes de preparar el bizcocho fitness será comprar harina de avena. En los supermercados podrás encontrarla, pero si quieres una que sea rica en proteínas puedes adquirirla en las tiendas especializadas en estos productos, tanto en persona como por Internet. Existen muchas marcas distintas, por lo que déjate recomendar por los expertos para saber cuál es la que mejor sabor tiene y la de mejor calidad. Son bastante caras, por lo que lo mejor será que hagas una buena elección (además, porque el paquete suele ser bastante grande por lo que querrás que esté buena para poder utilizarla en más ocasiones).
Dentro de los tipos de harina de avena que existen en el mercado encontrarás muchos sabores distintos. Muchas marcas las separan por sabores, por lo que la encontrarás con sabor tortita, gofre, chocolate blanco, galleta, brownie, etcétera, por lo que deberás escoger la que más te apetezca para realizar tus bizcochos. No tienen el sabor puro del alimento en sí, pero muchas marcas tienen un sabor delicioso, por lo que esta harina de avena te ayudará a conseguir que tu bizcocho esté mucho más rico.
Una vez tengamos la harina de avena que más nos guste podemos proceder a realizar el bizcocho al microondas. Para esta receta solamente necesitamos un recipiente pequeño donde haremos la mezcla y pondremos directamente al microondas pequeño (por lo que deberá ser apto para el mismo) o una taza grande, dependiendo de lo grande que quieras hacer el bollo. Recuerda que si lo haces más grande podrás guardarlo para el día siguiente, aunque siendo una receta tan sencilla casi es mejor que lo hagas al día y así te aseguras de que está fresco y más bueno. De este modo también comerás la cantidad adecuada para ti y evitarás comer más de la cuenta.
En este recipiente colocaremos entre 40 y 60 gramos de harina de avena con el sabor que hayamos escogido. A la harina le añadiremos cuatro claras de huevo. No tenemos porque separar la clara de las yemas de cuatro huevos, puesto que en los supermercados podrás encontrar botes de claras de huevo líquidas ya separadas que podrás añadir directamente a la masa del bizcocho. La mayoría de las marcas llevan un medidor en el bote, por lo que cuatro yemas serán unos 200ml.
A continuación añadiremos dos cucharadas soperas de leche desnatada o vegetal (ya bien sea de almendras, arroz, avena o coco, la que suelas utilizar). Esto serán aproximadamente unos 50ml y lo mezclaremos todo bien. Haremos un agujero en medio de la mezcla y añadiremos una cucharadita pequeña de levadura, que hará que el bizcocho crezca ligeramente. Después seguiremos mezclándolo bien para que la levadura se esparza bien por toda la masa y el bizcocho crezca de manera uniforme.
Finalmente, podemos añadirle las frutas que más nos gusten a nuestro bizcocho para que tenga un sabor distinto cada vez. Unas de las más comunes suelen ser: los frutos rojos (como las moras, las fresas, las frambuesas o los arándanos), media manzana o medio plátano, unos cuantos dátiles o bien pasas. Recuerda que algunas frutas tienen más azúcar que otras, por lo que controla las cantidades si no quieres que tu bizcocho deje de ser tan fitness como debería. En las tiendas también podrás encontrar sirope de arce, como el que se le añade a las tortitas, sirope de fresa o chocolate con 0 azúcares, cacao puro desgrasado o bien mermeladas endulzadas con stevia. Todas estas opciones pueden ayudarte a hacer que tu bizcocho fitness sea siempre distinto y puedas disfrutar al máximo de su sabor.
Una vez hayas mezclado todos los ingredientes adecuadamente, coloca el recipiente en el microondas y caliéntalo a máxima potencia durante 5 minutos. Pasado este tiempo tu bizcocho fitness estará listo. Asegúrate de que no esté crudo por dentro pinchándolo y si lo está caliéntalo unos minutitos más. Cuando ya esté bien cocinado déjalo enfriar durante un par de minutos y disfruta de esta receta fit, cuidando de tu alimentación.