Como ocurre con cada alimento que se ingiere, las pipas en exceso son malas, es por eso que hay que comerlas en su justa medida porque pueden dañar la salud y el organismo. No obstante, se pueden introducir en una dieta sana y equilibrada si se tiene control sobre ellas, ya que son unas semillas que pueden generar cierta adicción, sobre todo las que tienen sal o algún tipo de condimento.
Son mucho más saludables aquellas pipas que vienen ya peladas. Y como curiosidad en primer lugar en España se consumen patatas fritas, alrededor de un 85%, un 73% almendras y en tercer lugar las pipas.
Calorías de las pipas
Las pipas de girasol aportan unas 583 calorías por cada 100 gramos consumidos, por lo que hay que prestar atención y no abusar de este snack tan delicioso. Con esa cantidad se ingieren 50 gramos de grasas, 24 gramos en carbohidratos, 2,73 en azúcares, 11 gramos de fibra alimenticia, 1,20 gramos de agua, y 19 de proteínas.
Lo único que engorda de las pipas son los aditivos que se les añaden por lo que hay que dejar a un lado ese tipo de pipas e ingerir las que sean totalmente naturales. Es decir, hay que evitar todo tipo de pipas manipuladas. Por lo que es aconsejable, también es no comer 100 gramos de pipas al día, con un puñado bastará, además tienen un poder saciante que hará que no piques otro tipo de snack.
Por otro lado, se encuentran las pipas de calabaza que tienen un poco menos de calorías, por cada 100 gramos poseen unas 410 calorías, por lo que se puede decir que las pipas de calabaza son más saludables que las pipas de girasol. Esta variedad de semillas aporta vitaminas A, B, E y F, son ricas en aminoácidos esenciales y también en proteínas. Las pipas de calabaza aportan a al cuerpo ácidos grasos poliinsaturados, que son un elemento esencial que el organismo no puede producir por si solo, por lo que para equilibrar los niveles es positivo ingerir pipas de calabaza, pero siempre en su justa medida.
Las pipas de calabaza son ricas en fósforo al igual que las pipas de girasol, vitamina A y zinc, elementos que estimulan nuestro organismo para producir hormonas, como por ejemplo, la testosterona. A su vez, poseen un aminoácido esencial llamado triptófano, que ayuda a controlar los niveles de serotonina, que son los encargados de la hormona de la felicidad. Es decir, las pipas de calabaza son ideales para aquellas personas con depresión o que no atraviesan un buen momento en su vida. Las propiedades tranquilizantes son las que ayudan a regular estos niveles de la personalidad de una persona.
Beneficios de comer pipas
Las pipas tienen un alto contenido en vitamina E. Además, de aportar innumerables calorías, las pipas también aportan otras muchas propiedades y beneficios. Una de ellas es que poseen el ácido gamma-linolénico, un ácido graso que ayuda a la calma y a la relajación del organismo. Es decir, tiene un poder relajante en el cuerpo. A su vez, ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, gracias a las grasas instauradas que poseen.
Además, son una importante fuente de minerales llenas de fósforo, hierro, potasio o magnerso. La vitamina B9, también está presente entre sus propiedades que es muy importante cuando un niño está creciendo o en las fases de gestación. Por si fuera poco, son una gran fuente de antioxidantes.
Ayudan a reducir el colesterol malo (LDL), aumentando así el colesterol bueno (HDL), ayudan a prevenir problemas circulatorios, ayudan a evitar el riesgo de padecer episodios cardiovasculares negativos, favorecen el rendimiento físico, mejoran el funcionamiento cerebral, fortalece el sistema inmunológico y buenas sustitutivas de la leche de vaca entre otros.
Recetas curiosas con pipas
Como se ha mencionado anteriormente no hay que comer pipas que estén procesadas o contengan condimentos porque sería perjudicial para la salud. No obstante, esta semilla se puede usar de manera controlada favoreciendo a una dieta sana y equilibrada, tan solo hay que medir las cantidades con exactitud a la hora de ingerirlas. Una de las recetas más sabrosas y sanas es añadir a las ensaladas esta semilla, les da un toque especial que hará que el plato salga de la clásica ensalada de lechuga.
Cuando se hacen cremas de verdura se pueden echar por encima alguna de estas semillas. En el pan también se pueden añadir, de hecho en supermercados como Mercadona los venden ya hechos. A modo de snack entre horas (un puñado y sin aditivos) para así saciar el hambre.
Otra de las opciones sería saltear verduras diferentes en la sartén como por ejemplo; zanahoria, alcachofa y judías verdes, y cuando el plato esté listo añadir unas pipas por encima y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.