En Navidad el cuerpo nos pide polvorones, bombones o panettone, pero el producto por excelencia que no puede faltar en nuestra mesa de celebraciones es el turrón. Dentro de los turrones encontramos una amplia variedad: de chocolate, blando, de yema... Siendo el turrón duro uno de los más comunes, pero ¿sabes cuánto puede engordarte? En este artículo encontrarás todo la información nutricional importante acerca de este manjar.
La dieta parece algo incompatible con la Navidad, tiempo en el que las comilonas y las cenas pesadas están presentes día tras día y en el que el turrón duro o de Alicante es el gran protagonista. Para sobrevivir hasta enero sin caer después en el arrepentimiento, es bueno conocer cuánto aporte calórico tiene.
¿Cuántas calorías tiene el turrón duro?
El turrón duro es típico de toda España, aunque más especialmente de la región de Alicante, precisamente esta denominación de origen influye muchas veces en su valor nutricional, ya que el turrón de Jijona o más comúnmente llamado turrón blando, tiene unas características diferentes.
Mientras que el turrón duro o Jijona tiene 31 gramos de grasas, 46 gramos de hidratos de carbono y 13 gramos de proteínas; el turrón duro o de Alicante cuenta con 29 gramos de grasas, 46 gramos de hidratos de carbono y 13 gramos de proteínas. De esto se puede deducir que el turrón duro engorda más. Pero 500 gramos de ambos tipos contienen aproximadamente:
- 500 calorías por cada 100 gramos
- Vitamina E, calcio, potasio, zinc, magnesio y ácido fólico
- Proteínas, sales minerales y ácidos grasos monoinsaturados
Ambos tipos rondan en torno a las 500 calorías, pero el de almendra concretamente aporta 516 calorías por cada 100 gramos. Estas cantidades suponen un gran aporte calórico para el organismo, sin embargo gracias a las almendras el turrón duro se convierte en un dulce bueno para el colesterol, y para cuidar el sistema cardiovascular. Esto indica que los mejores turrones son los que contienen la mayor cantidad de almendras, entre ellos el turrón blando o de Jijona, que tiene un 64% de este producto, mientras que el duro o de Alicante contiene un 60%.
De esto se puede deducir que los mejores turrones son los que contienen más almendras. Por otro lado, el turrón de las marcas más industrializadas quizás no sea el más recomendado si quieres mantener la línea en Navidad, por lo que las opciones más artesanales son preferibles, ya que rebajan el número de aditivos y de grasas saturadas.
Beneficios del turrón duro
Más allá del número de calorías que contenga el turrón, es más importante la cantidad de azúcar, grasas saturadas y aditivos que contenga el producto. Por ello, la mejor opción serán los turrones de producción casera o incluso los hechos en casa. En Internet y concretamente en esta web, existen múltiples recetas con las que podrás cuidar tu alimentación y sorprender a tus invitados. Estos dulces contienen múltiples beneficios:
- Aminoácidos esenciales: el turrón contiene entre 7 y 9 aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. La mayoría de ellos son insaturados y similares a los del aceite de oliva.
- Proteínas y carbohidratos: las proteínas están presentes en dos de los principales ingredientes de este dulce navideño, el huevo y las almendras. Lo que lo convierte en un alimento más equilibrado son también los carbohidratos presentes en el azúcar y la miel.
- Alto valor en vitaminas y minerales: A través del turrón se obtienen vitaminas como la A, E y de tipo B (B1 y B2), y gracias a la almendra absorbemos minerales como el magnesio, el hierro y el potasio.
- Valor energético: Debido precisamente a sus calorías, el turrón es el snack perfecto para ganar energía. Por ello se recomienda tomar en ejercicios físicos extremos como los de montaña. Aportará energía, calorías y ayudará a nuestro cuerpo a mantener los niveles de azúcar deseados.
Además de todo ello, según un estudio publicado en la revista European Journal of Clinical Nutrition, consumir almendras puede reducir el colesterol LDL o colesterol malo en la sangre. Las almendras que contiene el turrón demostraron tener efectos similares en los lípidos del plasma y la oxidación de LDL o colesterol malo tanto en hombres como mujeres sanos. Por otro lado, los turrones también pueden contener otros frutos secos, como avellanas, nueces o piñones, siendo todos ellos ricos en nutrientes que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Un dulce excelente
Todos estos elementos hacen que sea un alimento excelente para niños y jóvenes, ya que poseen un gasto energético alto y están en un proceso de crecimiento. El turrón ayuda a recompensar dicho gasto. Al igual que los deportistas, este postre es excelente para recuperar las reservas. Otras personas que se benefician del aporte calórico o energético del turrón, son los pacientes oncológicos, pues requieren bastante carga energética en poca cantidad de alimentos. En contraste, esto lo hace un alimento de sumo cuidado para quienes padecen de diabetes u obesidad. A pesar de que existen turrones para diabéticos, los expertos recomiendan que sea consumido en porciones controladas.
Más allá de los beneficios que puedan aportarnos los frutos secos por sí mismos, el turrón en general y especialmente el duro es un dulce saludable si se toma en su justa medida y si proviene de producciones poco industrializadas. Aprovecha las navidades para satisfacer tus ansias de dulce y date un capricho con el turrón de almendra, pues según lo que dice el refrán: "Uno al año no hace daño".