Para tener una alimentación perfecta ya lo dice el dicho: "Hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo". La mayoría de nosotros, casi siempre lo hacemos al contrario y centramos en la cena la mayor parte de calorías y de grasas, lo cual al final va a conseguir que aumentemos nuestro peso.
La cena es una de las comidas más importantes del día porque es la última que vamos a hacer antes de irnos a dormir, por lo que tiene que ser adecuada a la actividad que vamos a realizar posteriormente. Esto quiere decir que no debemos hacer cenas muy copiosas, ya que puede que tengamos pesadillas, indigestiones, nos sintamos pesados y al día siguiente nos levantemos con una sensación de fatiga que no nos va a permitir desayunar.
Si queremos llevar una vida sana y fit y que nuestras cenas sean perfectas, vamos a analizar cuales son los nutrientes que tienen que ser los protagonistas de nuestro menú. Para cocinar una cena fit, tenemos que tener en cuenta que nuestra receta tiene que ser pobre en hidratos de carbono de tipo complejos, como por ejemplo los cereales y la pasta.
Los hidratos de carbono son los encargados de aportarnos energía, por lo que añadirlo en nuestro menú de cena fit es un poco absurdo porque al final del día no vamos a necesitar energía. Cuando ingerimos hidratos de carbono y no los quemamos haciendo ejercicio, estos se convierten en grasas y este no es nuestro objetivo.
Por otro lado, las grasas siempre tienen que estar en un porcentaje mínimo en todas nuestras recetas, pero siempre las grasas buenas claro. Estas nos ayudan al funcionamiento correcto de las hormonas y, en cierto modo, nos hacen sentir mejor. Pero recuerda que siempre hay que consumir grasas de calidad y con moderación.
Por último, nuestro menú de cena fit ligera tiene que estar formado en su mayoría por proteínas ya sean de origen animal o de origen vegetal. Y una vez que sabemos los nutrientes que tienen que predominar en nuestras recetas de cena fit vamos a dar 7 ejemplos de recetas perfectas para cena fit durante 7 días.
Día 1: Pollo a la plancha con un poco de pimentada y aguacate
El pollo nos va a aportar la ración de proteínas necesarias para la cena, mientras que la pimentada, a la cual le añadiremos un poco de cebolla para darle más sabor, aportará la cantidad necesaria de hidratos de carbono de absorción rápida que nos va a ayudar a reponernos de la actividad del día.
Por último, el aguacate es el encargado de nutrirnos con su grasa buena rica en omega 3, que nos viene genial para reducir el colesterol malo y evitar la oxidación del organismo.
Día 2: Crema de calabaza
Esta es una receta perfecta para la cena porque se trata de un plato caliente, ideal para los días de frío. La calabaza es rica en betacarotenos, que aparte de ayudarnos a mantener el bronceado va a tener propiedades muy beneficiosas en nuestra piel debido a que es rica en vitaminas A, C y E.
Día 3: Revuelto de setas con verduras
Se trata también de un plato caliente, que para la noche viene genial. Las setas tienen un alto contenido en agua y, por lo tanto, son muy bajas en grasas. Por el contrario el huevo tiene un porcentaje de grasa perfecto para complementarlo y es rico en proteínas.
Si vemos que nos queda un poco soso, podemos aliñarlo con diferentes especias como el orégano o la albahaca. En el caso de que esta cena nos resulte un poco pobre, podemos combinarla con una ensalada de tomates y mozzarella.
Día 4: Sopa de pescado
Se trata de una receta para un menú de cena fitness perfecto. Para realizar la sopa de pescado añadiremos en una olla cebolla, puerro y patatas con un poco de aceite y agua.
Una vez estén blandas las verduras meteremos en la olla el pescado. Nosotros vamos a recomendar hacerla con merluza, que le va a dar un sabor muy rico, pero se puede utilizar cualquier otro pescado. Cuando vayamos a consumirla si vemos que está un poco sosa, podemos echarle un chorrecito de limón, que le dará un toque exquisito.
Día 5: Salteado de gambas, champiñones y espinacas
La combinación perfecta para una cena. Las gambas nos darán la porción de proteínas necesarias en la cena, los champiñones ese toque de sabor necesario y las espinacas, la verdura rica en hierro para reponer las fuerzas gastadas durante el día. Para aumentarle un poco el sabor podemos sofreír unos ajos antes de añadirle los ingredientes.
Día 6: Ensalada
Las ensaladas son nuestras grandes aliadas cuando queremos cuidar nuestra alimentación. Así que os vamos a recomendar nuestra versión estrella. Podemos preparar 20 mil tipos de ensaladas diferentes y desterrar de una vez la típica de lechuga, tomate y cebolla que tanto nos aburre. Una ensalada consiste en una mezcla de verduras, por lo que sus versiones son infinitas.
Nuestra ensalada va a estar formada por espinacas crudas, taquitos de calabaza hechos al vapor y hechos en un revuelto con huevo, tomates cherrys y un poco de mozzarella. Si queremos rizar el rizo, podemos añadirle unas semillas de chía que nos va a aportar numerosas propiedades.
Día 7: Lasaña fitness
Como hemos dicho antes, deberíamos evitar comer hidratos de carbono de absorción lenta por la noche. Esto también implica las láminas de pasta de lasaña, por lo que si nos encanta esta comida italiana podemos versionarla y tener nuestra propia receta fitness. Para ello vamos a sustituir las láminas de pasta de lasaña por rodajas finitas de berenjena y vamos a eliminar la bechamel y a recurrir al tomate natural. Para ello haremos un pequeño sofrito con la carne picada, si es de pollo mejor, cebolla, pimiento y tomate natural.
Cuando tengamos una masa la añadiremos a un recipiente donde iremos poniendo una capa de berenjenas y otra del relleno, así hasta el grosor deseado. Para terminar la receta pondremos una capa de queso rallado light que gratinaremos en el horno. Si queremos darle un poco más de sabor podemos aderezarla con diferentes especias como curry, orégano o comino.