En los últimos años, el running se ha convertido en una práctica deportiva a la que muchas personas recurren para ponerse en forma. Aunque para salir a correr tan solo necesitas un poco de voluntad y un buen calzado deportivo, hay que prestar atención a ciertos factores para que la experiencia sea positiva al 100% y así poder repetir otro día. Dentro del running, existe una modalidad que recibe el nombre de trail running y que supone una alternativa para todos aquellos que no quieren correr en ciudad o en pista cerrada.
¿Qué es el trail running?
Básicamente, el trail running es correr en un entorno natural. A diferencia del running, que es en ciudad o en entornos urbanos, el trail running invita a conectar con la naturaleza al mismo tiempo que corres por cuestas, senderos y diferentes rutas. Uno de los principales problemas al que se enfrenta una persona que se inicia en el trail running es la superficie sobre la que corre pues, al no tratarse de una superficie asfaltada y lisa, esta es inestable e irregular.
Nunca hay que tomarse el trail running de la misma forma que el running convencional pues existen muchos factores que cambian entre una modalidad y otra y por esto, precisamente, es importante tomar una serie de medidas y tener en cuenta varios consejos para empezar a practicar este deporte. Si estás interesada en empezar a entrenar rodeada de naturaleza, atenta a los siguientes consejos que se detallan a continuación.
Ten paciencia
Algo de lo que muchas personas acaban pecando cuando empiezan a correr es de ser impacientes. Ten en cuenta que, si el running normal requiere de calma y avances progresivos, en el trail running la paciencia es todavía más necesaria si cabe. No pretendas hacer grandes distancias ni ir a ritmo de carrera en los primeros meses pues hacerlo no solo hará que te lesiones, sino que, seguramente, haga que pierdas interés en volver a salir a correr.
Por otro lado, tampoco debes de confiarte demasiado si eres un runner capaz de hacer una carrera de varios kilómetros sobre asfalto. La carretera no es para nada igual al terreno de una montaña por lo que, lo más seguro, es que tu experiencia en ciudad de poco te sirva y que te notes mucho más fatigado haciendo la misma distancia. Iníciate en el trail running con precaución y paciencia, de tal forma que tu cuerpo vaya acostumbrándose poco a poco.
Estudia el recorrido
Puesto que empezarás poco a poco, algo ideal para ti es comenzar a aprenderte el camino que irás recorriendo. En ciudad no hay mucho problema pues difícilmente te saldrás de las carreteras y las aceras planas, pero, sin embargo, en las rutas o senderos de montaña esto cambiará. Ten en cuenta que, durante todo un recorrido en un entorno natural, la superficie de este cambiará cada poco: te encontrarás con varias subidas y bajadas, piedras en el camino, zonas zigzagueantes, vegetación, riachuelos, etc.
Para evitarte sorpresas, lo más recomendable es que estudies el terreno por el que vas a correr. Puedes hacerlo por ti misma o bien mirarlo por internet pues es bastante probable que no seas la única persona que vaya a correr por la montaña. Al menos para el principio, busca rutas o senderos ya diseñados para corredores pues así te será más fácil irte adaptando al medio.
Sé prudente y mantén la seguridad
Aunque no esté relacionado con la técnica o con la propia práctica del deporte, es de vital importancia tener una serie de precauciones a la hora de salir a correr por cualquier entorno natural. Por supuesto, en la montaña podrás cruzarte con alguna que otra persona, pero, de normal, y más si haces alguna ruta diseñada por ti misma, es posible que no veas a nadie durante todo el recorrido.
Por esto mismo, intenta llevar siempre contigo el móvil para que otros puedan localizarte en caso de que tuvieras alguna emergencia y necesitaras ayuda. Algo que puede servirte de ayuda son las múltiples apps para teléfono móvil que incluyen GPS y que informan a tus amigos del recorrido que estás haciendo.
También, procura siempre ir vestida de manera que no puedas camuflarte fácilmente con el entorno. Evita colores neutros y oscuros y, al menos, utiliza una prenda que sea reflectante y de algún color neón que sea fácilmente visible a una distancia media. Por otro lado, intenta siempre avisar a alguien cercano a ti del recorrido que vas a hacer, dónde lo vas a hacer y cuánto tienes pensado que dure.
Usa un calzado especial para montaña
Aunque tengas unas zapatillas perfectas e ideales para correr por asfalto, no se recomienda usar el mismo calzado para correr por ciudad que para correr por montaña. Como ya se ha indicado en los anteriores puntos, nada tienen que ver los senderos y rutas con las aceras y el asfalto y, por tanto, tampoco tienen nada que ver las zapatillas que se usan para cada caso. Antes de aventurarte a comprar ningún calzado, estudia las especificaciones del terreno por donde te vas a mover y luego busca unos tenis que se adapten a él.
Lo ideal sería que te comparas unas zapatillas de correr especiales para montaña. Ten en cuenta que este calzado ha de tener una suela bastante gruesa para amortiguar tu ritmo de carrera, y además de esto, también ha de contar con una tracción excelente para que no resbales o derrapes. Por otro lado, fíjate en que el taqueado de las zapatillas tengan un buen dibujo y que este sea lo más duro posible para evitar que, durante la carrera, notes todas y cada una de las piedras del camino por el que corras.
Olvídate de las marcas
Este es otro de los consejos más importantes que pueden recibir los novatos que pretenden iniciarse en el trail running. Lo mejor y lo que te asegurará seguir cogiendo práctica en esta modalidad es ir adaptándote poco a poco a tu capacidad. Olvídate de marcarte objetivos poco realistas o de mirar el cronómetro para ver la velocidad a la que vas. Corre, pero no comprometas tu condición física en un terreno técnico y con unas condiciones sobre las que no estás familiarizada.
Esto también aplícalo a las subidas y a las bajadas. Evita ir siempre al mismo ritmo pues, aunque seas capaz de llevarlo constante, la irregularidad del camino te fatigará en exceso y notarás los músculos de las piernas demasiado cargados. La técnica para subir y bajar cuestas se aprende con la práctica y la paciencia así que ve poco a poco y no fuerces el cuerpo.