Esta bebida ya es conocida mundialmente, pero se debe saber que hay que tomarla con cierta moderación, ya que si no puede acarrear una serie de consecuencias. El problema viene a que cuando una persona toma cerveza no nota esas consecuencias a corto plazo, sino en un periodo de tiempo. Ese es el mayor error, ya que una vez que se abusa de esta bebida se está dañando al organismo y no solo por dentro sino estéticamente. Para ello, hay que tener consciencia de las calorías y daños que puede llegar a provocar este tipo de bebida.
A pesar de que la cerveza es una bebida (alcohólica o no dependiendo del tipo que se seleccione), no destilada y que posee un sabor amargo realizada con granos de cebada germinados u otros cereales, no se puede ingerir de manera diaria. Tomar cerveza de manera descontrolada puede causar daños en el corazón, en el hígado, en el estómago, o incluso en el cerebro. Es más, si se toma en ayunas puede producir hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre).
No obstante, también ingerir cerveza tiene ciertos aspectos positivos en el organismo, siempre y cuando no se abuse de ella y se tome con cierto control en momentos muy puntuales. Por ejemplo, la cerveza en pequeñas dosis ayuda a proteger la salud cardiovascular, una vez se pasen los límites, la cerveza tendrá los efectos negativos anteriormente mencionados. Además, gracias a ingredientes como el sicilio, que promueve la densidad ósea y evita la pérdida del hueso. También, el sicilio que contiene la cerveza puede ayudar a la protección de enfermedades neurodegenerativas como lo es el Alzheimer.
Calorías de la cerveza
Por lo tanto, la cerveza no solo porque engorde, sino porque daña el organismo hay que tomarla con moderación. La cerveza tiene calorías provenientes tanto de los carbohidratos como del alcohol. Este tipo de calorías se les puede meter en el grupo de calorías vacías, es decir ya que no aportan ningún tipo de nutriente al organismo, tan solo puede saciar por el momento lo que hace que se evite comer comida saludable. Es cierto que los carbohidratos juegan un papel fundamental en la dieta diaria, pero en este caso es nulo, ya que no tiene gran valor nutricional.
Las calorías provenientes del alcohol, que se usa como energía en el metabolismo, los carbohidratos tienden a convertirse en azúcar, y por consiguiente, en grasa. Por ejemplo, se calcula de media que una cerveza de un 5% de volúmen de alcohol, contiene aproximadamente unas 150 calorías por cada 33 cl. A pesar de que pueden rondar esas cifras también hay que tener en cuenta la gran variedad de tipos de cerveza que existen ya que las calorías entre unas y otras pueden variar considerablemente.
Por otro lado, también se encuentra la cerveza sin alcohol, que es la misma bebida fermentada elaborada incluso con los mismo ingredientes con aquellas cervezas que tienen alcohol, pero con la diferencia de que suprimen este último componente. De esta manera se convierte en una bebida altamente hidratante que puede llegar a contener un 95% de agua. Además, su contenido calórico baja considerablemente en comparación con aquellas cerveas que sí tienen alcohol.
Se puede decir que la cerveza sin alcohol engorda mucho menos que las que sí tienen. Esto se debe a que una cerveza libre de este ingrediente puede aportar tan solo 17 calorías por cada 100 ml. Las diferencias son notables. Aquellas cervezas sin alcohol aportan vitamina B al organismo, en concreto ácido fólico, fibra o minerales como el silicio, el calcio, el potasio y el magnesio. No sin olvidar que también contiene antioxidantes naturales que son ideales para formar parte de una dieta saludable y equilibrada. Se considera cerveza sin alcohol cuando su contenido de este ingrediente es menor al 1% en volumen. Asimismo detro de las cervezas 'sin', se pueden establecer dos grupos.
- Cerveza sin alcohol con pequeñas trazas de alcohol que suele tener una graduación entre 0,4 y 0,5.
- Cerveza 'cero' que no presenta esas trazas de alcohol.
Consejos y recomendaciones para la cerveza
- Por supuesto, siempre será mejor ingerir otro tipo de bebida antes que la cerveza, pero en el caso de que se opte por este tipo de bebida y siempre de manera ocasional, lo mejor es elegir una cerveza sin alcohol o cero para evitar esas calorías de más y dañar el organismo.
- Aquellas personas que quieran introducir la cerveza sin alcohol en su dieta deberán consultarlo primero con su nutricionista porque a pesar de que las calorías son mínimas, lo mejor es eliminarla por completo si lo que se busca es bajar de peso.
- Las mujeres embarazas pueden tomar cerveza 'cero', siempre y cuando su médico se lo recomiende. Es por eso que es de vital importancia preguntar antes de ingerir porque no todos los casos son iguales.
- Hay que tener fuerza de voluntad, pues al ingerir cerveza lo típico es poner algunos snack para picar, lo que haría que las calorías aumentaran considerablemente.