Aunque seguramente puedas pensar que se trata de un nuevo producto que ha nacido a raíz de la vida healthy que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos, lo cierto es que desde tiempos remotos se consume el kéfir. Proveniente del Cáucaso, la creencia es que la palabra kéfir viene del turco kief que significa algo así como 'sentirse bien' o 'agradable sensación'; de ahí que se considerase y se considere que todo lo que puede aportar esta bebida son grandes beneficios.
De hecho, cuentan los libros de historia, que en el siglo XIX eran uno de esos remedios que se utilizaban contra la tuberculosis. Y los musulmanes lo consumían creyendo que estaban tomando 'granos de Mahoma', por lo que sus beneficios eran infinitos y consideraban que jamás debían contar su secreto.
Cuando hablamos de kéfir podemos referirnos o bien a la bebida de kéfir o bien a los microorganismos que se utilizan para elaborar el propio kéfir. Kéfir que se puede elaborar tanto con agua como con leche o con té y que tiene un aspecto granulado -que incluso se puede confundir con la coliflor-. En cuanto al sabor, podría decirse que se asemeja al yogur, llegando a considerarlo un lácteo.
Los nutrientes del kéfir
Un lácteo que es perfecto, además, para los intolerantes a la lactosa si se realiza a base de té o agua, siendo un sustitutivo, por tanto, perfecto para las personas que sufren este tipo de patología. Y todo ello con unas grandísimas propiedades, puesto que entre sus nutrientes está el calcio, el fósforo, las vitaminas B12 o D, proteínas, magnesio... y todo ello sin apenas grasas -sin tener en cuenta, si se hace con leche, el tipo de leche que se aplique-, por lo que las calorías son mínimas.
Nutrientes y propiedades que nuestro cuerpo absorberá muchísimo mejor si el kéfir se consume en ayunas; además suele ser uno de los alimentos que forman parte de ciertas dietas porque se quema rápidamente y las calorías que contiene son mínimas.
Y a nivel científico es preciso saber que el kéfir está formado por la unión de hongos y bacterias a través de un proceso de fermentación que contiene alcohol. No obstante, la cantidad de alcohol que tiene es ínfima, nada de lo que preocuparse; así, aunque depende de los días que esté fermentando, rara vez supera el 1% de alcohol.
Beneficios del kéfir
La unión de todos estos nutrientes hace que el kéfir sea un alimentos que aporta múltiples beneficios a tu organismo y más aún si tienes problemas digestivos o si tus huesos no son todo lo fuertes que te gustaría.
Ayuda a las personas con problemas digestivos
Al tratarse de un probiótico -los alimentos probióticos están formados a base microorganismos vivos, esto es, bacterias y levaduras, que se consideran saludables para nuestros intestino- ayuda a hacer la digestión porque fomentan el equilibrio de las bacterias naturales que se alojan en el intestino.
Pero el kéfir tiene aún más microorganismos -aproximadamente 30- que los que tienen otros productos 'saludables' para el estómago como los yogures u otro tipo de lácteo. Por ello es un alimento perfecto para incluir en tu dieta si se tienen problemas de diarrea o el colon irritable, así como algunas otras infecciones.
Contra las bacterias
Siguiendo en la misma línea de lo comentado previamente con los problemas de estómago, el kéfir es un gran alimentos para proteger al organismo de algunas infecciones provocadas por bacterias como puede ser la helicobacter pylori o la salmonelosis, que se coge generalmente por tomar productos de origen animal en mal estado.
Contra el asma
El efectos de todos esos microorganismos que forman el kéfir pueden ser un perfecto remedio para paliar los efectos de ciertas alergias y, quizá lo que es aún más importante, ayuda a abrir los pulmones y a mejorar los síntomas de las personas que sufren asma u otro tipo de problemas respiratorios.
Limpia el organismo
Además de favorecer el buen funcionamiento del estómago y de todo el aparato digestivo, el kéfir limpia por completo el organismo de cualquier tipo de sustancia nociva, así como incluso de los restos de antibióticos que pueden permanecer tras una enfermedad que ha requerido esa medicación. Y asimismo también ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, favoreciendo un buen nivel de colesterol.
Un 'alimento detox' que también favorece la detención del reloj biológico, de ahí que sea un complemento alimentario perfecto por sus grandes propiedades antioxodantes y antienvejecimiento.
Refuerza los huesos
Para tus huesos el kéfir también será perfecto como lácteo. Las propiedades que tiene hace que sea un alimentos perfecto como fuente de calcio y de algunas vitaminas como la K2, también llamada menaquinona, que se adhiere a las paredes de los huesos para darles consistencia y fortaleza.
Por tanto el consumo de kéfir ayudará a aquellas personas que tienen bajos niveles de calcio o a aquellas que sufren de osteoporosis, además de que fomentará la densidad de los huesos y, por tanto, ayudará a prevenir fracturas o ayudará a que se restablezcan antes.
Después de haber estudiado todas estas propiedades, seguro que no volverá a faltar el kéfir en tu alimentación, ya sea como una bebida complementaria en tu día o ya sea mezclado con otros alimentos o, por ejemplo, en ensalada.