Puede que alguna vez hayas sentido molestias en el estómago después de una comida muy pesada o fuerte. Es normal que esto suceda si sobrepasamos los límites de nuestro estómago en alguna ocasión especial y puede afectarnos en forma de gastritis. Esta es una afección producida por una infección de la mucosa de las paredes estomacales que puede provocar vómitos, náuseas, dolor de tripa y falta de apetito en nuestro organismo. Aunque por lo general suele eliminarse de nuestro cuerpo pasados unos días, la gastritis podría prolongarse por más tiempo o incluso transformarse en crónica.
La gastritis puede darse debido al contagio de una bacteria, por culpa de la ingesta de antiinflamatorios como el ibuprofeno o también por el abuso del alcohol. Pero la gastritis nerviosa está relacionada con problemas emocionales, es decir, la ansiedad y el estrés pueden materializarse en esta enfermedad. Sucede como consecuencia psicológica de los asuntos que atemorizan nuestra mente y si no se trata a tiempo y se lleva una mala rutina de alimentación, esta molestia podría cronificarse. Es por estos motivos que la gastritis nerviosa puede llegar a ser común entre las personas y aunque lo más recomendable es acudir al médico en caso de padecerla, en Bekia vamos a poner un ejemplo de dieta a seguir si sufres de esta dolencia. Se trata de una rutina de alimentación suave en la que puedes hacer múltiples combinaciones y que además es equilibrada.
Dieta para la gastritis
- Desayuno: ten en cuenta que después de la noche hay que empezar el día de manera fuerte, pero sin excederse. Por eso es siempre recomendable ingerir fibra en el desayuno para colaborar al tránsito intestinal de tu cuerpo para el resto del día. Puedes optar por una infusión con galletas, un yogur natural con cereales, un vaso de leche desnatada y alguna pieza de fruta.
- Almuerzo de media mañana: muchas personas tienden a saltarse esta comida pero es fundamental realizarla para aportar energía a nuestro cuerpo durante la mañana mientras estamos en nuestras tareas. La mejor opción es elegir algo ligero que no llene demasiado pero que aporte gasolina a nuestro cuerpo: un zumo natural que no contenga ácidos cítricos, una pieza de fruta, un yogur o un sandwich de pavo.
- Comida: las grasas y comidas copiosas no son beneficiosas en caso de gastritis, por eso es mejor que comas cremas de verduras, guisos, sopas de pasta fina, ensaladas, huevos cocidos o tortilla francesa, arroz, filetes de carne o pescado a la plancha o al horno. Puedes acompañar tu plato de guarniciones de patatas o verduras sin aliñar o incluso preparar una tortilla de patatas, aunque no debes abusar de la cantidad. De postre puedes incluir alguna pieza de fruta.
- Merienda: algo de comida a media tarde siempre viene bien y aunque la fruta siempre es recomendable, puedes sustituirla por un sandwich de jamón o pavo, un yogur, una infusión. Aunque el queso no es demasiado indicado en estos casos por su pastosidad y grasa, puedes poner un poco de queso light de untar en tus bocadillos o tostadas.
- Cena: aunque de forma similar a la comida, debes hacer una ingesta algo más suave puesto que no es bueno irse a la cama con el estómago lleno. Puedes optar por platos que ya se han mencionado anteriormente, aunque lo más recomendable es ingerir pescado por su cantidad de proteínas y minerales y su bajo contenido en grasas. Prepara filetes a la plancha, cocidos o asados al horno, como por ejemplo, salmón, merluza, rape, lenguado, bacalao, gallo o pescadilla. O también puedes comer marisco, como langostinos o gambas y si quieres, acompáñalo de ensalada. También puedes añadir una infusión para terminar el día.
Recomendaciones para tratar la gastritis
La mejor forma para cuidar tu estómago en caso de que sufras gastritis es alimentándote del modo correcto y respetando tu cuerpo. Esto incluye tomarte tu tiempo para comer pues ingerir la comida de forma lenta perjudica menos a las paredes estomacales al haber triturado mejor el alimento con tus dientes. Aquí van algunos consejos para hacer que la gastritis nerviosa desaparezca más rápido:
- Haz cinco comidas al día sin que ninguna ración sea copiosa. De esta forma fraccionarás el alimento que recibe tu cuerpo, además de ser la forma de comer más recomendada por los nutricionistas.
- Evita las grasas, los fritos y las comidas especiadas o picantes puesto que son las más agresivas para el estómago. Las mejores opciones son cocinar hervidos, a la plancha y horno o comer directamente en crudo.
- Come muchas frutas y verduras puesto que son suaves y benefician a tu organismo dado que aportan muchas vitaminas, antioxidantes y fibra. Sin embargo, debes evitar el consumo de vegetales que afectan a tu digestión, como la coliflor, y sobre todo la ingesta de cítricos que aportan ácido a tu cuerpo.
- Se recomienda cenar al menos dos horas antes de irte a la cama para que el cuerpo haya podido hacer la digestión de forma correcta, así como es beneficioso que tomes alguna infusión digestiva que ayude a este proceso. Pero es muy importante que evites las altas temperaturas en tus platos para no herir aún más las paredes de tu estómago.