La celulitis es un problema que preocupa mucho a todo el mundo. No es una enfermedad, no es una dolencia, pero sí es estéticamente horrible. Además, en contra de lo popularmente interiorizado, la celulitis afecta por igual a hombres y a mujeres. Bien es cierto que es a estas últimas a las que nos preocupa esa dichosa acumulación de grasa en la zona de los muslos, los glúteos o el vientre.
Una acumulación excesiva de grasa en las zonas más profundas de la piel que se produce por diversas causas, incluso hay que tener en cuenta que también tiene cierta influencia el factor hereditario, aunque contra eso es totalmente imposible luchar. Pero sí se puede luchar contra la vida sedentaria o contra los málitos hábitos alimentarios. Por ejemplo, reducir el consumo de azúcar, café o alcohol, entre otras muchas cosas a las que se les puede poner una rápida solución, ayudan mucho a evitar la aparición de la celulitis o, en la medida de lo posible, a reducirla.
Ejercicios muy sencillos y eficaces
Vida sedentaria contra la que es muy fácil luchar. No hace falta pasar largas horas en el gimnasio, ni tampoco hacer una rutina de ejercicios que te lleve al límite, bastará con adquirir e interiorizar una pequeña rutina de ejercicios, que incluso podrás hacer cuando tengas un ratito en casa, y con los que obtendrás grandes beneficios.
Sentadillas
Sentadillas que las hay para todos los gustos y colores. Sin entrar a ver las posibilidades de sentadillas que existen -cada una deberéis decantarnos por la que más se acomode a vuestros gustos o, por el contrario, establecer una tabla de series con varias-, lo más importante es colocar perfectamente el cuerpo para evitar dolores o lesiones, teniendo siempre presente que la espalda tiene que quedarse completamente recta y la cabeza de la misma forma, mirando al frente. Una vez que tienes el tronco colocado, separa tus piernas a la altura de las caderas y ahora sí puedes hacer las sentadillas.
Llegados a este punto puedes simplemente bajar y subir los glúteos, las sentadillas de toda la vida, o si tienes una pelota de pilates puedes combinarlos con otro tipo de ejercicio. En ese caso, apoya la pelota en la pared y sujétala con tu espalda, en mitad de la espalda, que la pelota no baje hacia las piernas, que se quede a la altura de los riñones. Haz entonces la sentadilla, pero aguantando cinco segundos en la flexión, abajo, fortaleciendo al tiempo que mueves la grasa.
Alzamiento de piernas
En este caso necesitarás una colchoneta o, en su defecto, podrás utilizar alguna alfombra mullida de casa, que sea lo suficientemente blanda para no hacerte daño al estar en el suelo, pero lo suficientemente dura para que no te hundas en exceso. En este caso también hay varias posibilidades para que escojas la que más se adapte a ti:
- O bien puedes optar por ponerte boca arriba y levantar ambas piernas hacia el techo al mismo tiempo y después repetir el ejercicio pero boca abajo.
- O bien puedes ponerte de lado y hacer varias elevaciones con una pierna primero y más tarde girarte y hacerlas con la otra.
Como en el caso de las sentadillas, una buena opción es crearte tu propia tabla de repeticiones y así hacer todos los tipos de ejercicio puesto que los uno son perfectos para complementar a los otros y así no dejar ni un solo milímetro de las piernas, los glúteos e incluso el abdomen sin trabajar.
Puente
Sin levantarte del suelo, colócate boca arriba y flexional las piernas. En esa posición esta ejercicio consistirá en elevar la parte de la pelvis hacia el techo, subiendo y bajando controlando ambos movimientos y sin volver a poner los glúteos en el suelo al bajar.
Zancadas
Ahora es el momento de volver a ponerte en pie. Este ejercicio lo podrás realizar también ayudada por dos botellas de leche y así fortalecerás los brazos al tiempo que también luchas contra la maldita celulitis. Al igual que decíamos antes, es importante que tengas la espalda perfectamente recta y la cabeza al frente. Estira una de las piernas hacia adelante y flexiona hasta alcanzar un ángulo de 90 grados. Puedes dar dos zancadas hacia adelante y dos hacia atrás. Como decíamos, si quieres fortalecer aún más, hazlo con una botella de leche en cada mano, con los brazos extendidos hacia el suelo.
Andar o correr
Y si también eres de las que te gusta hacer ejercicio al aire libre, una de las cosas más efectivas contra la celulitis consiste en andar o, si das un paso más, en correr. Al caminar a un paso ligero -nada de paseos relajados y tranquilos- moverás la grasa de las piernas y los glúteos. Un movimiento que, lógicamente, aumenta y se acelera si decides unirte al movimiento running que tan de moda se ha puesto en los últimos años. Ahora bien, si hasta ahora tu vida ha sido bastante sedentaria, no podrás empezar a hacer jogging de un día para otro a un alto nivel. Lo mejor es que empieces trotando entre 10 y 15 minutos, combinando ese trote con una caminata a buen ritmo. Poquito a poco y día a día conseguirás ir ampliando ese tipo de carrera en detrimento del caminar.
Natación
Asimismo, si estamos en verano o si es cualquier otra época del año y tienes la oportunidad de ir a la piscina, nadar es un ejercicio completísimo. Mueves al mismo tiempo todo el cuerpo, de forma acompasada y eso favorece a que tonifiques al mismo tiempo todo el cuerpo. Pero para la celulitis, que es contra lo que estamos luchando, el hecho de 'golpear' el cuerpo contra el agua mientras se hace el movimiento, favorece que la grasa se disuelva y se mueva a una velocidad mucho mayor.
La alimentación también ayuda
No obstante, y como en todo, la alimentación también es importantísima. Es vital que no comas alimentos con demasiada grasa y, lo que es aún más importante, es fundamental que no retengas líquidos. La retención de líquidos es algo de lo más común entre las mujeres y seguro que tú también lo sufres.
Con unas infusiones como por ejemplo de cola de caballo o de jengibre, con una ensalada de piña y pollo a la plancha un par de veces por semana, consumir espárragos blancos o desayunar kiwi o aguacate por las mañanas es algo que te ayudará a luchar contra esa retención de líquidos. Con la introducción en tu dieta de estos sencillos alimentos, que no te supondrán ningún esfuerzo extra en tu día a día, podrás contribuir también a favorecer la reducción de la celulitis.