Que hacer ejercicio es lo mejor para la salud, eso ya lo sabemos, y que si tienen algo de exceso de peso lo mejor es hacer alguna variante cardiovascular, también, pero, ¿qué pasa si descubres el yoga y quieres saber si con el adelgazarás o simplemente ganarás elasticidad y como mucho la musculatura? Y es que comúnmente el yoga se conoce como una práctica tranquila, que relaja tu mente y tu cuerpo para entrar en un estado de conocimiento interior y paz mental, pero la realidad es que es mucho más que eso, aunque no lo creas.
Si de repente, mientras estas en tu esterilla practicando este deporte, dejas que todo fluya y realizas tus ejercicios con total tranquilidad, pero cuando te das cuenta el corazón te va a mil por hora, no te extrañes mucho. Según Macarena Cutillas, director de California Hot Yoga: "La alternancia de contracción y estiramiento de los músculos va a aumentar el flujo de la sangre y, por ello, va a incrementar el ritmo cardíaco por la comprensión y expansión que se produce en las venas". Por lo tanto, aunque no lo creas, una clase de yoga puede concebirse como deporte cardiovascular, aunque dependiendo del tipo que se realice y la frecuencia del mismo.
Más ejercicio y menos lesiones
Al ser un ejercicio que realiza sus posturas de una forma lenta pero fluida, es mucho más improbable sufrir algún tipo de lesión con el yoga que con otro deporte, ahora, tampoco es imposible. Puedes notar, quizá, que en tu primera sesión el corazón late tan deprisa que crees que se va a salir, pero, después de unos meses de práctica esto empieza a calmarse. Esto se debe a que el corazón ya se empieza a poner fuerte y tonificado y no necesitar latir tanto para hacer fluir la misma sangre para realizar la misma cantidad de ejercicio.
Lo bueno de es que al mismo tiempo estarás ganado flexibilidad, lo que es muy beneficioso para enfermedades de avanzada edad como la artrosis o el reuma que tanto afecta a personas de la parte occidental del planeta, además que al tener el corazón en forma tendrás menos posibilidades de sufrir un infarto o algún fallo cardiovascular.
Ahora no quiere decir que no se vayan a sufrir lesiones nunca practicando yoga, pero sí que al ser un deporte de bajo impacto y no tener contacto físico, es menos probable. Ahora todo puede cambiar si lo realizas en casa con vídeos de internet o un DVD, sin tener a un profesor o monitor que te corrija y ayude a realizar los asanas correctamente.
Se trata de un tipo de práctica que ayuda a relajarse muchísimo y a sentirse muy bien con uno mismo, ¿por qué? Pues simplemente por el hecho de que la meditación es una de las partes fundamentales de su rutina. Predomina la respuesta del sistema parasimpático, que trabaja el estado de calma y tranquilidad, reduciendo la adrenalina y el cortisol (la hormona que predomina en el estrés).
Trabajo a fondo en la ansiedad
Otra razón es el hecho de que cada postura tiene un momento de inhalación y exhalación, y al concentrarnos en ello y en realizarlo correctamente, conectamos con nosotros mismo y olvidamos todo lo demás. Los problemas y preocupaciones desaparecen en ese momento, ayudando esto a que el estrés del día a día y la ansiedad se puedan reducir considerablemente.
Con la ayuda de sus estiramientos puede llegar a relajar incluso los órganos internos, produciendo una mayor fluidez del flujo sanguíneo y haciendo que éstos se regulen mucho más. Por ello esa frase del profesor (o gurú como se llama en este tipo de disciplinas), cuando habla de sentir como se masajean los intestinos, el hígado o el estómago, y es que cada postura puede afectar a un canal por el que circula la energía hacía un grupo de órganos en concreto.
Esto quiere decir que todas esas horas que pasamos trabajando puede hacer que la sangre corra por nuestro cuerpo como pueda, pero que al realizar una clase de yoga rompemos esos nudos y hacemos que todo vaya como debe ir, de ahí también que nos sintamos mucho más relajados. Pero, aunque el hecho de masajear el aparato digestivo, favorezca que se regule, no quiere decir que se vayan a perder kilos de una forma rápida y milagrosa. De hecho, una persona con unos 70 kilos de media, puede quemar alrededor de unas 300 calorías realizando un ejercicio completo de yoga, sin embargo, puede perder 600 en otro tipo de deporte más activo.
Otro aspecto diferente, es que al mismo tiempo que se realice este deporte también se produzca un cambio en la alimentación, haciéndola más saludable y con un aporte calórico menos. Entonces, sí que puede ayudar a tonificar los músculos al mismo tiempo que vamos perdiendo esos kilos de más. Una combinación de buena dieta y yoga, sí puede hacer notar resultados después de algún tiempo.