Cada día son más las personas que deciden cuidar su línea y su alimentación. No solamente por el físico, sino también por el bien de su salud. Sufrir sobrepeso comporta un gran riesgo de enfermedades muy peligrosas, como la diabetes y el colesterol, además de muchas otras afecciones en el corazón y las articulaciones. Por eso, es esencial que todos cuidemos de nuestra dieta, aunque nuestro objetivo no sea perder peso ni mantener la línea.
Siguiendo una dieta sana y equilibrada podremos cuidar de forma notable de nuestra salud física y también mental. Muchos estudios demuestran que aquellas personas que tienen una mala alimentación es más probable que puedan tener una enfermedad relacionada con la mente. Así pues, intenta evitar todos aquellos alimentos ultraprocesados, ricos en azúcar añadido o grasas saturadas, que contienen solamente calorías vacías, las cuales no te aportan ningún valor nutricional y solo contribuyen a ganar peso, grasa y azúcar a tu organismo, algo que costará mucho eliminar de tu cuerpo, una vez engorda, si no sigues normalmente una dieta sana y equilibrada ni realizas ejercicio con moderación.
Antes de empezar ninguna dieta, lo mejor será que te pongas en contacto con un profesional de la salud. Tu médico endocrino o nutricionista podrá estudiar tu caso en concreto, aunque tu objetivo principal no sea perder peso, y determinar en función de tu alimentación y el ejercicio físico que realices, cuál será la mejor pauta alimenticia para que consigas los resultados que deseas u obtengas los hábitos alimentarios necesarios con tal de gozar de una buena salud y obtener de las comidas todos los nutrientes y las vitaminas que necesitas, de manera natural.
Antes que nada: modera el consumo de alcohol y refrescos
Uno de los primeros pasos que suele seguir la gente a la hora de empezar una dieta para mantener la línea, cuidarse o perder peso, es eliminar todas aquellas bebidas azucaradas o con gas de su día a día, que es de lo que más engorda. El alcohol tiene muchas de las denominadas calorías vacías, por lo que solamente contribuye a ganar peso y no aporta nada a nuestro organismo. Así pues, moderar el consumo de estas bebidas alcohólicas o eliminarlas de nuestra dieta será un gran paso para comenzar a perder peso.
Los refrescos son otras de las bebidas que no son recomendables si quieres perder peso. Estas bebidas suelen tener una gran cantidad de azúcar refinado, además de gas, que hacen que pueda hincharse tu estómago y, además, ganes peso con facilidad. Así pues, las personas que suelen consumir refrescos de modo habitual, suelen notar como pierden peso con rapidez cuando los sustituyen por agua y dejan de tomarlos de manera continuada, limitando su consumo solamente a ocasiones puntuales.
Por lo tanto, una de las mejores maneras de comenzar una dieta es eliminando las bebidas alcohólicas y los refrescos de la misma y empezando a substituirlos por el agua. Una vez te acostumbres a beber agua entre comidas y durante las mismas, te será muy difícil volver al consumo continuado de alcohol y refrescos. El cual deberás dejar solamente para ocasiones especiales o puntuales, por el bien de tu silueta y de tu salud.
¿Puedo beber agua con gas estando a dieta?
Lo más recomendable si estás a dieta es que bebas agua natural. No obstante, es normal que de vez en cuando te apetezca tomar algún otro tipo de bebida. Una buena manera de calmar las ganas de tomarse una bebida alcohólica o un refresco es beber agua con gas. Puedes acompañarla de un poco de hielo y limón, haciendo que la cantidad de calorías en el vaso sea casi nula y beneficiándote de todo su sabor.
El hecho de que el agua tenga gas no engorda, pero sí que puede darte la sensación de tener el estómago más hinchado, algo que pasará tras las horas transcurridas después del consumo de agua con gas. Además, debes tener presente que el gas no es aconsejable para todo el mundo, puesto que aquellas personas que suelan tener gases, acidez, ardor de estómago o colón irritable, suelen tener dolores de barriga después de beber agua con gas, por lo que lo mejor para ellas será que beban agua natural.
El agua con gas tiene un efecto saciante, por lo que puede ayudarte a llenar el estómago gracias al gas y tendrás una ligera sensación de tener hambre. Sin embargo, no debes utilizar el agua con gas para tener la sensación de estar llena, ya que debes comer una cantidad necesaria de alimentos al día si quieres perder peso de manera controlada y asegurándote de que tu salud no se resiente en ningún momento. Simplemente, tómate el agua con gas de manera ocasional y como si fuese un refresco. El hecho de sustituirla por uno de estos o una bebida alcohólica es que casi no tiene calorías y te ayudará a saciar tus ganas de beber otra cosa que no sea agua natural, sin saltarte la dieta y mintiendo la línea, sabiendo que casi no engorda.