La fruta va por temporadas ya que depende del clima, y por lo tanto en cada estación se cultivan frutas diferentes. No obstante, cada vez hay más alimentos procesados y los invernaderos llevan a los supermercados frutas fuera de temporada a precios a veces excesivos. Lo mejor es aprovechar la temporada de cada fruta para que así salga a un precio económico, sea lo más natural posible y se disfrute de los máximos beneficios y propiedades.
POR QUÉ COMER FRUTA DE TEMPORADA
Siempre es mejor comer fruta de temporada porque está mucho más jugosa que si no lo es, debido a que se coge en el mejor punto de maduración de esta. Además, por ejemplo en invierno se necesita comer todo tipo de fruta con alto contenido en vitamina C para reforzar el sistema inmunitario y es por eso que las naranjas, los pomelos y las mandarinas son ideales para consumir en esta estación. En primavera/verano lo idóneo es comer más frutas que contengan más agua ya que nos deshidratamos mucho más, como lo son las fresas, las sandias, el melón, el mango entre otras.
Comer fruta de temporada ayuda a completar el ciclo natural de estas y por consiguiente se comerán mucho más frescas, con más sabor y mas nutrientes que si no está en temporada. Por ejemplo, no es lo mismo comer un tazón de fresas en diciembre que en abril, el sabor y la jugosidad es completamente distinto.
FRESAS Y FRESONES
Las fresas son un fruto de color rojo brillante y es la única fruta que contiene sus semillas en la parte exterior, alrededor de unas 100 por cada pieza de fruta. Tiene un sabor sabroso y delicioso. Es una fruta que se puede consumir cruda o como compota, mermelada incluso en una macedonia de frutas. Es perfecta para combinar con chocolate (muy de vez en cuando), en trocitos pequeños con zumo de naranja, y con azúcar por encima, también en momentos puntuales. Eso sí, se perderia todo lo light que tiene y obtendría muchas más calorias si se le añaden este tipo de condimentos.
Comer unos 100 gramos de fresas aporta tan solo de entre 27 a 38 calorías, es decir son perfectas para mantener la línea o dietas de bajada de peso. Son una excelente fuente de vitamina C y B. Contiene, además, fibra que ayuda a los procesos digestivos y a reducir la sensación de hambre. Por si fuera poco, ayudan a disminuir el colesterol malo en sangre gracias al ácido ascórbico, lectina y pectina que contiene. Es un fruto que contribuye a la salud ósea debido a su alto contenido en magnesio, potasio y vitamina K.
CIRUELAS
Las ciruelas son una fruta que son ricas en vitaminas entre las que destacan la vitamina E, que ayuda a luchar contra el envejecimiento, y posee un gran poder antioxidante, vitamina A y C. También posee una gran cantidad de minerales como el potasio, el hierro o el calcio entre otros. Comer esta fruta ayuda a mejorar los estados depresivos, además de la anemia. Es una fruta que aporta mucha energía y fibra y es recomendada para bajar de peso gracias a sus propiedades depurativas. No obstante, la ciruela ayuda a combatir la tos ya que favorece la expulsión de las secreciones acumuladas en los pulmones, por lo que son ideales para casos de bronquitis.
NÍSPEROS
Los nísperos son una fruta anaranjada con pulpa carnosa y dulce, y un ligero toque ácido. Esta fruta es ideal durante todas las etapas de la vida debido a sus propiedades nutricionales. Los nísperos aportan tan solo 50 calorías por cada 100 gramos, además aportan vitaminas C, E, B1, B6, B2, A (carotenos) y B9. Entre sus propiedades cuenta con minerales como el potasio, el calcio, el fósforo, el magnerio, sodio, zinc, hierro y selenio. Por último, los nísperos tienen una potente acción diurética, antinflamatoria, digestiva y saciante.
ALBARICOQUES
Los albaricoques también son otra de las frutas de la temporada de primavera. Esta fruta es originaria de las zonas templadas de Asia, Corea del Norte o Manchuria. El albaricoque contiene la mitad de la dosis recomendada de vitamina A. Es una fruta que aporta beneficios en la salud, para la vista, el cabello, la piel, los huesos, el sistema inmunitario y además es un potente antioxidante. Es rico en hierro, calcio, potasio, magnesio y vitamina B3. Los albaricoques frescos son ricos en taninos, elementos con propiedades astringentes, antiinflamatorias y antioxidantes.
CEREZAS
Las cerezas, conocidas como la 'super fruta' están repletas de antioxidantes llamados antocianinas que ayudan en la reducción de enfermedades cardiacas y cáncer. Esta fruta es una de las pocas que posee fuentes alimenticias que contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño. Poseen vitamina A, esencial para el organismo, además de ser ricas en vitamiana C, E, potasio, magnesio, hierro, ácido fólico y fibra.
ARÁNDANOS
Los arándanos, esos frutos rojos tan sabrosos ideales para picar entre horas o para hacer un perfecto desayuno poseen beneficios que reducen el riesgo de sufrir cáncer. Hay estudios que han concluido que el consumo de los arándanos ayuda a combatir el riesgo de proliferación de células cancerosas cuando estas son pocas y además lo hacen sin dañar otras células. Esto se debe gracias a que esta fruta contiene ácido gálico y resveratrol, dos compuestos importantes que ayudan a reducir el impacto negativo del cáncer. Además de esta gran propiedad esta fruta tiene un efecto antinflamatorio y antioxidante.
De siempre se ha sabido que cuando se tienen problemas de cistitis lo idóneo es comer arándanos debido a que esta deliciosa fruta tiene propiedades antibacterianas además de las mencionadas anteriormente. Esto hace que la bacteria que causa esta dolencia se disipe. También ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y de circulación, sin olvidar que los arándanos aumentan las lipoproteínas de alta densidad y el colesterol bueno (HDL) al contener pterostilbene (otro antioxidante natural) y tienen la capacidad para reducir el colesterol malo (LDL).
Justo a final de la primavera se pueden encontrar ya los avanzces de las fruta típicas de verano; el melón, la sandía, las nectarinas y los primeros melocotones, que aún no estarán en su mejor momento.