El Hatha Yoga es la modalidad de yoga más difundida en nuestra sociedad, por eso, si practicas esta actividad en cualquier centro deportivo, lo más probable es que estés ante un claro ejemplo de Hatha Yoga. El principal objetivo de esta modalidad es fortalecer los músculos del cuerpo y darles elasticidad a través de ejercicios basados en las posturas corporales o 'asanas'. Esta práctica busca controlar el cuerpo para dominar también la mente.
A diferencia de la práctica tradicional que se centraba en conseguir un equilibrio físico-mental, la práctica moderna se centra tan solo en el físico, abandonando de esta forma una parte fundamental del Hatha Yoga. Según establecieron los expertos, aparte de los ejercicios físicos, el Hatha Yoga también entrena la respiración, la relajación y la meditación, entre muchas otras más prácticas de purificación espiritual.
Si por algo se caracteriza esta modalidad es por la suave transición entre unas posturas y otras. De hecho, estaría considerado un estilo de yoga suave, ya que existen otros mucho más heavys como el Power Yoga, cuyo objetivo principal es el de revitalizar el cuerpo.
Un poco de historia del Hatha Yoga
Según cuenta la tradición de este deporte, el Hatha Yoga surgió en la antigua escuela de Nath, situada en una región perteneciente al sur de India. Por aquí pasaron diferentes personalidades y, a algunas de ellas, se las llegó a comparar con el Dios Shiva.
Tal y como se describe en los documentos, fue un tal Goraksha Nath quien inventó esta modalidad de yoga ya que, como se puede apreciar en su extensa obra, gran parte de sus páginas las dedicó a explicar y describir cómo debía llevarse a cabo esta nueva actividad.
Práctica del Hatha Yoga
Como se ha citado anteriormente, lo ideal para la práctica del Hatha Yoga sería combinar ejercicios que abarquen el ámbito de la psique humana y del físico. Con esta particular modalidad del yoga, lo que se busca es la transformación física y mental de la persona, ya que exige que se esté continuamente pendiente de la respiración.
Para que se pueda considerar Hatha Yoga la actividad debe contar con los siguientes elementos:
- Posturas físicas o asanas que ayudarían a fortalecer el cuerpo.
- Técnicas de respiración o pranayama, cuyo fin sería controlar la respiración y manipular la energía vital.
- Meditación o dhyana, que buscaría enfocar y calmar la mente.
A pesar de todo, esta práctica con los años ha tendido a olvidarse de la parte relacionada con la mente, y ha pasado a centrarse más en el cuerpo y en sus posiciones que en la parte espiritual. Por eso, Hatha Yoga se podría traducir como 'yoga físico'. Se parte de este punto para mejorar la salud mental de la persona que lo practica.
¿Quien puede practicar el Hatha Yoga?
Al ser una de las modalidades más sencillas de yoga y que más beneficios reportan, lo pueden practicar todas las personas independientemente de su sexo o edad. De hecho, sus posturas corporales tienen una gran eficacia terapéutica.
Uno de los grandes beneficios de esta actividad es que ayuda mucho a la relajación, por lo que es recomendable practicarlo cuando se atraviese por situaciones continuadas de estrés. Da igual si en un principio no se tiene la elasticidad que requiere la actividad ya que, con el tiempo, se acabará consiguiendo. Lo importante es que se sea capaz de seguir las clases que marca el profesor.
Existe una creencia popular que afirma que para practicar yoga es necesario tener cierta flexibilidad. Sin embargo, esto es un error, un cuerpo sin preparación física es normal que carezca de ciertas características que se consiguen con el entrenamiento y, una de ellas, es la elasticidad.
Con el entrenamiento continuado de esta modalidad de yoga, aparte de experimentar evidentes cambios físicos, también se aprenderá a respirar correctamente y a despejar la mente de desorden. De esta forma, nos resultará más sencillo focalizar la atención mientras practicamos las diferentes posturas del Hatha Yoga.
¿Qué posturas se practican?
El Hatha Yoga es la modalidad introductora al yoga, por lo que las figuras que se llevan a cabo serán de lo más sencillas. A las que más se recurre son: la Postura de la Cabra, la Postura del Triángulo, la Postura del Arco, la Postura del Camello y la Postura del Saltamontes, entre muchas otras.
Por otra parte, cuando se quiere enfocar el ejercicio más hacia la meditación y al control de la respiración, se acudirá a la Postura del Niño, la Postura del Árbol, Postura del Cadáver o a la Postura del Loto.
Después de controlar lo más básico, nuestro cuerpo nos pedirá ir más allá y será cuando experimentemos con otras modalidades más complejas del yoga. Aunque nunca estará de más volver a la versión más suave y tranquila de esta actividad cuando nuestro cuerpo y mente estén sometido a continuos episodios de estrés. De esta forma conseguiremos aliviar nuestra mente.
¿Cómo construir una rutina de Hatha Yoga?
Lo fundamental para una buena práctica de esta actividad es tener una respiración adecuada, así como hacer un calentamiento y llevar a cabo ejercicios de flexión, extensión, torsión e inclinación lateral. Además, es imprescindible practicar la relajación y la meditación. Con esta combinación de ejercicios construiremos un plan de entrenamiento básico pero muy equilibrado y completo del Hatha Yoga.
Con la practica continuada de esta actividad, cada individuo se dará cuenta de cuáles son sus límites y hasta dónde pueden llegar en cada entrenamiento. Aún así, habrá días en los que el cuerpo y la mente no respondan como nosotros queramos y tengamos que adaptarnos a sus límites. Hay que tener en cuenta, que cuanto más se practique más lejos se llegará en nuestros entrenamientos diarios.
¿Cuáles son los principales beneficios del Hatha Yoga?
Las personas que practican esta actividad a diario, notarán una importante reducción del estrés y, a largo plazo, aprenderán a controlarlo en situaciones extremas. También mejorarán su postura corporal, adquirirán una mayor flexibilidad, serán más fuertes física y mentalmente y tonificarán sus músculos. Este es solo el principio de una extensa lista de beneficios que se ha demostrado que el Hatha Yoga tiene sobre nuestro cuerpo y mente.