El colesterol está siendo una de las enfermedades más graves que existen en el mundo en la actualidad, ya que se ha demostrado que tenerlo excesivamente alto puede ser el causante directo de problemas del corazón. Además, es muy peligroso, ya que una persona con hipercolesterolemia no siente síntomas, por ello es muy recomendable tener un control periódico a través de analíticas que puede enviarnos nuestro médico de forma rutinaria. Una vez que es diagnosticado, es una afección que el paciente debe tomarse muy enserio. A corto plazo no tiene porque ser preocupante si la persona lo sabe parar y cambiar sus hábitos saludables con un menú específico con alimentos más saludables, sin embargo, si no es responsable con lo años puede tener un riesgo bastante alto de mortalidad.
¿Qué es lo que realmente el colesterol?
El colesterol no es más que una molécula de grasa, que es totalmente necesaria para vivir y que la tenemos todas las personas y animales en la sangre y las células. Ya que la sangre es acuosa, la grasa no puede circular a través de ella. Pero, el colesterol, para ir distribuirse más rápido por el cuerpo, se desplaza a través de ella con las lipoproteínas, que son las que ayudan a distinguir entre el que es bueno del que nos perjudica saludablemente. Por lo tanto, lo podemos dividir así:
- Colesterol malo o LDL: circula por nuestra sangre a disposición de las células y, de esta manera, si una necesita energía grasa, la tiene a mano.
- Colesterol bueno o HDL: Es el que viaje por la sangre en dirección directa al hígado, dónde va a ser metabolizado, es decir, gastado o destruido. Así que cuanto más alto tengamos este tipo de colesterol, mucho mejor, porque significa que el cuerpo está eliminando muy bien esa grasa de nuestro cuerpo.
- Colesterol total: es la suma de los dos, y no debe superar nunca los 200 mg/dl, aunque, aún así se deben valorar los términos por separado para estar seguros de que todo va bien.
Riesgos de sufrir colesterol
En España, la hipercolesterolemia está siendo muy común en personas entre 35 y 64 años, los cuales ya a esa edad, un 20% lo suele tener por encima de 250 mg/dl y, aproximadamente un 60%, lo sufre igual o superior a 200 mg/dl. Algo muy peligroso para la salud y para la calidad de vida de estás personas, que van a reducir considerablemente su salud, y las razones de ello pueden ser muchas y muy variadas, entre ellas puede estar el determinante genético, el cuál es inevitable, pero controlable al menos. En este caso es el cuerpo quién fabrica más colesterol de el que el cuerpo necesita y, pueden sufrirlo muchos miembros en una misma familia o transmitirse de padres a hijos; lo que se conoce como Hipercolesterolemia familiar.
También pueden tener culpa de ello los malos hábitos alimenticios a los que nos vamos acostumbrando a lo largo de nuestra vida, por tomar alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar, sin consumir apenas frutas, verduras y grasas buenas en el menú diario, que son las que realmente nos dan la energía para seguir adelante con nuestro día a día. Este último, puede estar estrechamente relacionado con sufrir obesidad o diabetes, lo que también aumenta las posibilidades de sufrir altos niveles en el colesterol. La gran extendida adicción al tabaco, y la falta de actividad física son también un peligro, aunque el hacer ejercicio de forma regular puede ayudar muchísimo a la hora de regularlo y mantenerlo en mejores niveles para la salud.
El tratamiento para abordarlo una vez que el médico nos ha dicho que hay que controlarlo, puede hacerse de varias maneras. Lo primero, y más importante, sea cambiar los hábitos saludables como pueden ser el tabaco, alcohol, malas dietas que pueden provocar obesidad y hacer ejercicio habitualmente. Si esto no se lleva a cabo, la única solución debe ser la de tomar medicamentos que lo regulen. Aunque se recomienda siempre, que antes de acudir a los fármacos, la persona debe realizar una dieta muy estricta y pautada durante un año como mínimo.
Alimentos que pueden aumentar el colesterol
Para no volvernos muy locos cuando tenemos que restringir algún tipo de alimentación por la hipercolesterolemia, existen alimentos que podemos aumentar e incluir más a menudo en el menú y otros que podemos disminuir de una forma muy sencilla, y así sabremos cuales son lo peores ingredientes que tenemos que poner en nuestra mesa y equivocarnos menos.
Por ejemplo, las verduras, hortalizas, tubérculos y cereales no tienen valores altos en lo que a colesterol se refiere. Sin embargo, en lo que se refiere a las carnes y pescados la cosa se pone un poco más complicada. Las primeras son bastante peligrosas, aunque en mayor cantidad las carnes rojas, los embutidos y las vísceras, mientras que las blancas pueden ser la mejor opción para el nuevo menú que debes preparar, como son el pollo, el conejo y el pavo. También hay que reducir o, mejor, eliminar el consumo de las vísceras de pescado y huevas, mientras que los pescados blancos están recomendadísimos, como la merluza, el lenguado, rape, dorada, etc. Y los azules, entre los que se encuentra el atún, el emperador, la caballa, la sardina o el salmón, entre otros.
Es también buena idea evitar el mayor marisco posible, aunque existen excepciones como el langostino, la sepia o el calamar, también la yema de huevo, por supuesto, de las que si podemos hacer buenas tortillas con sus claras. En cuanto a los lácteos existen muchas cosas a evitar, es preferible no tomar crema de leche, nata, leche entera y semidesnatada, yogures enteros y quesos muy grasos. Sin embargo, es buena la leche desnatada, quesos frescos 0% y yogures desnatados. Todas las frutas y verduras son viables, por supuesto, y en cuanto a las grasas las mejores son: el aceite de oliva y la margarina, frente a la manteca de cerdo o la mantequilla.