¿Por qué se producen las lesiones?

¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que haciendo deporte se ha visto obligado a parar por culpa de un dolor en alguna zona del cuerpo? Y es que las lesiones no solo afectan a los deportistas profesionales, sino que un 90% de los deportistas amateurs han sufrido al menos una lesión a lo largo de su vida. Sin embargo, no todas las lesiones aparecen mientras se está haciendo deporte, sino que un mal gesto también se puede producir mientras se anda tranquilamente por la calle o de camino al trabajo. Aunque estas lesiones no se pueden prevenir del todo, lo que si se puede es tomar una serie de medidas para reducir al máximo su posible aparición.

¿Cuáles son las lesiones más frecuentes?

Lo primero que hay que saber es que el nombre 'lesión' es el término general que se utiliza a la hora de referirse a una caída, un golpe, una contusión, una herida... independientemente de cómo se ha producido o de su nivel de gravedad. En el caso de las lesiones deportivas las más comunes son:

No todas las lesiones aparecen haciendo deporte

• Esguince o distensión: esta es la lesión más frecuente, ya que puede producirse con relativa facilidad incluso caminando a un ritmo pausado y normalmente surge en muñecas, rodillas o pies. La diferencia entre un esguince y una distensión es que el primero surge cuando un músculo o ligamento se desgarra, mientras que la distensión se produce como consecuencia de un alargamiento extraordinario de las fibras musculares que hacen que éstas permanezcan contraídas.
• Tendinitis: en este tipo de lesiones es el tendón el que sufre, inflamándose como resultado de un golpe o de haber sido sometido a un sobreesfuerzo. Su aparición suele ser común después de haber sufrido otra lesión en la zona de las articulaciones. La tendinitis más conocida es la que coloquialmente se denomina como 'codo de tenista'.
• Dislocación o luxación: se producen cuando un hueso se sale de su sitio de alineamiento en la zona de una articulación. Estas lesiones suelen aparecer en deportes de contacto como el fútbol o el baloncesto y necesitan ser tratadas con urgencia. Las zonas más propensas a sufrir una luxación son los dedos, las muñecas y los hombros.
• Fractura: esta es una de las lesiones más graves y, en algunos casos, necesitan de cirugía para ser tratadas. La fractura es la rotura de un hueso, que puede producirse como fractura aguda (debido a una única lesión) o por estrés repetido en el tiempo. Las zonas más propensas a sufrir una fractura por estrés son las piernas o los pies, por ejemplo a la hora de correr o bien en deportes que requieren saltos que supongan un impacto repetitivo contra el suelo.
• Condropatía: ésta surge cuando el cartílago que recubre los huesos va poco a poco desgastándose hasta, incluso, desaparecer. El cartílago es un tejido elástico que proporciona protección a los huesos en las zonas donde se unen con las articulaciones, por lo que el resultado de esa erosión produce dolor y reduce la movilidad en la zona afectada.

La tendinitis es muy común en el codo y es una de las lesiones más incómodas

Posibles causas de la aparición de lesiones

A pesar de que las lesiones se pueden producir por numerosas y variadas causas, sí que se pueden destacar algunas de las razones más comunes por las que suelen aparecer a la hora de hacer deporte. Una vez se conocen las razones, prevenir las lesiones es mucho más fácil:

• Un elevado porcentaje de ellas aparece por no hacer un buen calentamiento a la hora de empezar el entrenamiento o al terminarlo. Dedicar entre 10 y 15 minutos a calentar y a estirar los músculos antes de empezar a hacer deporte es esencial para aumentar el rendimiento del cuerpo, empezando de forma suave y aumentando poco a poco la intensidad.
• El exceso de deporte, también conocido como sobreentrenamiento, también puede ser una de las razones que explique la aparición de una determinada lesión. Y es que si se somete al músculo a un esfuerzo excesivo, por ejemplo entrenando más días de lo debido o a una intensidad inadecuada, este no podrá recuperarse después de cada sesión. La consecuencia no solo es que aumentan notablemente las probabilidades de sufrir una lesión, sino que se producirá un agotamiento del sistema nervioso y una falta de nutrientes en el cuerpo que puede acarrear problemas más graves. Y es que al igual que es muy importante seguir una rutina constante a la hora de hacer deporte, también lo es respetar los tiempos de reposo que pide nuestro cuerpo.

El calentamiento es esencial para prevenir lesiones

Un buen equipamiento y técnica, fundamentales

El equipamiento también esencial a la hora de prevenir la aparición de lesiones, y es que cuando se practica un determinado deporte debemos hacerlo con el equipo adecuado. Uno de los aspectos esenciales es el calzado, que deberá sujetar correctamente el tobillo para evitar torceduras o malos gestos. Dependiendo del tipo de deporte también necesitarás una mayor o menor amortiguación de la zapatilla, siendo ésta muy importante en el caso de actividades que requieren un impacto continuado como es el running o el tenis. Por su puesto, en casos como el del ciclismo o el patinaje, el casco es imprescindible para evitar golpes en la cabeza en casos de caídas y las rodilleras y coderas también son unos buenos aliados.

Pero, además de equiparnos bien por fuera también hay que hacerlo por dentro con una buena alimentación. Una dieta sana y equilibrada que aporte todas las vitaminas, minerales y nutrientes es esencial para que nuestro cuerpo esté al 100%. Además, una alimentación correcta antes y después del entrenamiento te dará un plus de energía que hará que disfrutes realmente de tu deporte favorito.

El material con el que trabajamos al igual que nuestro calzado y ropa deportiva es muy importante para prevenir lesiones

Otro aspecto al que debemos prestar mucha atención a la hora de realizar un ejercicio es a la técnica, ya que por muy sencillo que nos pueda parecer lo mejor es pedir consejo a un entrenador o a alguien que sepa como hacerlo. Y es que hacer de forma incorrecta un determinado ejercicio no sólo puede provocar una lesión, sino que al no estar trabajando el músculo o la zona de forma adecuada, los resultado tan esperados jamás aparecerán.

En este sentido también es muy importante saber cuáles son los ejercicios adecuados a nuestra constitución y características de nuestro cuerpo, así como el peso que debemos utilizar. Un error muy común es comenzar con una carga mayor de la que se puede soportar. Lo que hay que hacer es comenzar con un peso correcto y poco a poco ir incrementándolo a base de un ejercicio constante y de mucha paciencia.