Patas de gallo, celulitis, estrías,... pero quizá nada peor que las cartucheras. Se conoce como cartuchera a esa acumulación de grasa que se produce en el cuerpo de la mujer en la zona de los muslos y los glúteos, provocando que el cuerpo femenino aumente de tamaño y se ensanche, algo que puede llegar a convertirse en un verdadero trauma puesto que a veces parece tarea imposible acabar con ellas.
Sin embargo, si miramos a los hombres, por lo general ellos acumulan esa grasa que tienen las mujeres en la zona de los glúteos y la parte superior de las piernas en la zona de la barriga, dando lugar a la popularmente conocida como 'barriga cervecera'. Todo tiene una explicación fisiológica que es necesario conocer para entender un poco más las razones por las que las mujeres tienen las dichosas cartucheras.
La explicación científica a las cartucheras
En el caso de las mujeres, pensado únicamente en el organismo, por lo general se acumula mucho más grasa en la época de la adolescencia -cuando llega la menstruacción, que es cuando se produce, por primera vez, un gran cambio hormonal-, mientras que en el caso de los hombres, esa acumulación adiposa se produce bastantes años más tarde y en este caso sí suele ir relacionado con la forma de vida y con la alimentación -momento en el que aparece la popular barriga cervecera-.
Pero lo que probablemente no sepas es que esa acumulación de grasa en la zona de las cartucheras tiene una explicación e, incluso, según algunos estudios científicos, puede ser beneficiosa puesto que evita la obstrucción arterial e incluso fomenta la eliminación de lípidos perjudiciales. Además, a nivel médico, desde siempre se ha defendido que la grasa acumulada en la parte del cuerpo de cintura para abajo es menos dañina que la que se acumula en la zona superior, en el abdomen; la razón es que la acumulación superior genera más problemas vasculares que en la zona de los muslos y las piernas, donde lo que genera son muchos quebraderos de cabeza y muchos complejos físicos.
No obstante, siempre se ha dicho que el cuerpo es sabio y que si tenemos ciertas cosas es porque las necesitamos. A medida que ha ido evolucionando la especie humana se han ido desarrollando unas partes del organismo, mientras que otras han ido incluso desapareciendo. Ahí está la explicación de por qué las mujeres tienen cartucheras y los hombres no.
La importancia de la alimentación
Las cartucheras son la forma, una de ellas, en la que el cuerpo femenino se prepara para engendrar un hijo; por lo que, aunque al pensar en cartucheras siempre se piense en celulitis, grasa y mucho complejo, las cartucheras son 'positivas'. Ahí está también la explicación a por qué lo primero que se adelgaza cuando se inicia una dieta, o se engorda cuando se cogen unos kilitos, es el pecho y la zona de las caderas y los muslos; es la grasa que antes se gana pero la que más tarda en perderse.
Ahora bien, nada es permanente y a todo se le puede encontrar una solución. De tal manera que la alimentación, el ejercicio y, por qué no, algún que otro tratamiento estético, te ayudarán a rebajar las cartucheras e incluso a librarte de ellas para siempre. Eso sí, tampoco se puede convertir en una obsesión puesto que cada organismo es un mundo, y la mujer de caderas anchas siempre seguirá siendo de caderas anchas por mucho esfuerzo y mucho empeño que le ponga; eso sí, sin tener en cuenta ciertas operaciones estéticas que, tras pasar por quirófano, moldean el cuerpo al antojo de cada cual.
Empezaremos por el tema de la alimentación que tan fundamental es para absolutamente todo. Lo fundamental, antes de ponerte a hacer dieta estricta, es beber dos litros de agua como mínimo al día, y reducir la cantidad de sal con la que condimentas tus comidas y cenas. Una vez hayas conseguido lo básico, es momento de empezar a cambiar ciertos hábitos: puedes cambiar la leche de vaca por leche vegetal como la leche de arroz, la leche de avena o la leche de almendras, deberás olvidarte de bebidas con alcohol o bebidas gaseosas, y tendrás que evitar en la medida de lo posible.
Además, deberás aumentar la cantidad de fruta y verdura que comes cada día, tratamiento de consumir aquellos productos que ayudan a la eliminación de líquidos y diuréticos como puede ser la piña, los frutos rojos, el kiwi, las ciruelas, los espárrafos, las alcachofas o el tomate. Tampoco deberías consumir platos preparados y deberías evitar en la medida de lo posible los condimentos picantes, así como cualquier tipo de salsa.
Ejercicios que te ayudan a reducir las cartucheras
A nivel físico, a una buena alimentación le tienes que sumar algunos ejercicios físicos. En el cambio del cardio, el mejor de los deportes puede ser el running o, si no eres demasiado de correr, la elíptica puede ser un buen sustituto. Los paseos en bicicleta o las caminatas a buen paso también ayudarán, así como subir y bajar las escaleras -es el momento de que te olvides del ascensor-, fomentando la eliminación de la celulitis.
Y si hablamos de ejercicios específicos que se pueden hacer sin salir de casa... Empezaremos por una tanda de sentadillas para más tarde trabajar el abdomen, la cintura y los muslos desde el suelo. Todos los tipos de abdominales serán positivas y a nivel piernas y caderas, también hay múltiples ejercicios que te permiten trabajarlas.
Tratamientos estéticos contra las cartucheras
Pero si todavía te quedan tus dudas sobre que con alimentación y una rutina de deporte puedas conseguir quitarte de encima las cartucheras, los centros de belleza también pueden ayudarte y sin necesidad de entrar en un quirófano. En esos tratamientos que puedes probar están las ondas de choque, diferentes tipos de masaje -masajes que, de hecho, puedes hacerte tú misma tras una buena ducha, haciendo movimientos circulares para mover la grasa-, radiofrecuencia, lipoláser, carboxiterapia, mesoterapia o presoterapia.
Este último es uno de los tratamientos más habituales. La presoterapia consiste en un método que reactiva la circulación linfática y sanguínea a través de un proceso de presión. La persona se introduce en un traje que se va hinchando y deshinchando, provocando esa presión. Este método es una alternativa al drenaje linfático manual -esos masajes de los que hablábamos previamente-, mucho menos económico. Estos tratamientos suelen combinarse también con la plataforma vibratoria para mover esa grasa que se ha reactivado con el paso previo tanto de las piernas como de las caderas y los muslos, favoreciendo también la eliminación de celulitis.