Seguro que alguna vez ha oído hablar de los superalimentos, esos alimentos que ayudan a nuestro organismo aportándole un sinfín de beneficios y propiedades que hacen que nuestro cuerpo se mantenga fuerte, por fuera y por dentro. Entre esos superalimentos está la quinoa, a la que podríamos considerar un cereal. Así, la quinoa es una semilla considerada un grano integral que se cultiva principalmente en los Andes. De ahí se ha extendido al mundo entero para formar parte de multitud de recetas y deliciosos platos puesto que su sabor combina perfectamente con casi cualquier tipo de alimento.
La quinoa, un superalimento cargado de propiedades
También considerada una especie de arroz integral, la quinoa aporta muchas proteínas al cuerpo, además de contener minerales como el magnesio, el hierro o el calcio, vitaminas, Omega 6 y mucha fibra. Todo ello hace que se convierta en el broche de oro para alimentarse de forma correcta en el día a día, y más por 'lo poco' que engorda. Con un aporte calórico de aproximadamente 143 calorías por cada 100 gramos de quinoa, este alimento ayuda también a saciarse y sentirse 'llena', por lo que te ayudará a regular las cantidades de comida que ingieres cada día para evitar excederte.
Ahora bien, cuando se compra quinoa, es imprescindible cocinarla de forma correcta puesto que tanto el exceso como el defecto pueden acabar cambiando tanto el sabor de la quinoa que puede provocar su rechazo. Y es que la quinoa está recubierta por una sustancia conocida como saponina que lo que hace es darle un sabor amargo que, lógicamente, hay que eliminar.
Para ello es fundamental lavar bien la quinoa, con un buen chorro de agua fría, tanto antes de cocerla como una vez que la retiras del fuego. Un truco muy sencillo con el que eliminar un sabor y un aroma que podría terminar estropeando tu mejor receta con quinoa, un superalimento que puede recordar muchísimo al cuscús y que se cocina prácticamente como si fuera arroz.
Pasos para cocinar la quinoa
- Poner la quinoa en un colador y pasarla por el chorro de agua fría durante unos segundos para lavarla bien y eliminar la saponina.
- Deja escurrir la quinoa durante un par de minutos para que se elimine el agua aplicado y también para que se despegue la saponina.
- En un cazo, poner la quinoa en agua. La cantidad precisa que se deberá poner será el doble de agua que de quinoa, esto es, por cada taza de quinoa hay que echar dos tazas de agua.
- Dejar hervir la quinoa a fuego medio durante 15 minutos.
- Una vez que pasen los 15 minutos, se retira la quinoa del fuego y se le deja reposar en ese agua durante un par de minutos para que termine de hidratarse y cocer.
- Nuevamente, escurre la quinoa con ayuda de un colador.
- Una vez bien escurrida, pasa de nuevo la quinoa bajo un buen chorro de agua fría por si todavía quedara algo de ese sabor amargo.
- Una vez que la quinoa se haya enfriado ya estará lista para formar parte de tus deliciosas recetas.
Una vez que la quinoa está cocina ha dejado de tener ese aspecto de granitos pequeños para ser algo mucho más suave y delicado, unas perlitas que parece que se van a deshacer si las tocas. Parecen algo así como unas semillas que te darán mucho juego en tu cocina puesto que tan pronto puedes echar la quinoa en una ensalada como que puedes hacer incluso hamburguesas de quinoa, así como utilizarlo como guarnición de cualquier carne.
Unos pasos que tendrás que seguir únicamente si has comprado la quinoa 'cruda'. Si no tienes tiempo de ponerte a cocinar la quinoa o prefieres no cocinarla con demasiadas horas de antelación, también se puede comprar quinoa precocinada en cualquier supermercado. Es más, puedes comprar vasitos de quinoa de diversos tipos, algunas de las cuales ya vienen incluso mezcladas con otro tipo de ingredientes.
Cómo conservar la quinoa
Una forma muy cómoda de consumir quinoa, puesto que únicamente tendrás que tener a mano un microondas, un horno o un cazo para calentarla -pudiendo también comerla tal y como se vende, sin necesidad de darle calor- y lista para comer. Eso sí, en estos casos es preciso que tengas en cuando que cualquier alimento precocinado -en mayor o menos medida, eso es indiferente- llevará una serie de aditivos para que, como es lógico, no se caduque ni pierda sus propiedades hasta el momento en el que se consuma.
Por lo tanto, si puedes elegir, siempre es mejor que cuezas tu propia quinoa, apenas te llevará 20 minutos todo el proceso y podrás reservarla en la nevera si no vas a consumir de forma inmediata toda la cantidad que hayas cocinado. Colocando la quinoa en un recipiente hermético, completamente limpio y sin ningún tipo de olor podrás conservar la quinoa en la nevera entre tres y seis días sin problema.