Existen multitud de ejercicios que permiten trabajar la espalda, reduciendo la grasa acumulada y a su vez, permitiendo tonificarla al máximo. Es un proceso lento y que conlleva su tiempo, ya que es una zona que requiere de un proceso de entrenamiento prolongado para que sus resultados sean visibles. Por lo tanto, se recomienda tener paciencia y no buscar los resultados de manera rápida ya que esto no provocará nada más que el desánimo. Es importante recordar que los resultados siempre son mucho más visibles si el entrenamiento se combina con una vida sana y sin excesos, además de con una buena alimentación que aporte todo lo necesario para rendir al máximo en las horas de entrenamiento.
Muy importante hacer los ejercicios con la posición correcta
Además, es importante comenzar con menos peso e irlo subiendo según se vaya perfeccionando la técnica de entrenamiento de cada uno de los ejercicios que se lleven a cabo. Es más importante hacer un ejercicio de forma adecuada que coger mucho peso. El motivo es que al final, la persona tirará de una zona que no es la adecuada y por lo tanto, no sólo no trabajará correctamente la zona deseada sino que además, estará en riesgo de sufrir ciertos daños o lesiones que a la larga pueden acabar pasándole factura. Por lo tanto, es importante tener conciencia en este sentido.
En el caso de la espalda, son muchas las zonas que pueden trabajarse y hay ejercicios que lo consiguen hacer al completo y otros se centran más en la parte más superior, la inferior, la lateral, etc. Algunos ejercicios que se recomienda incluir en la rutina de entrenamiento de espalda son:
Rutina de espalda
- Peso muerto: Para llevarlo a cabo bastará con coger una barra con cierto peso, el cual normalmente se puede aplicar mediante discos. Es importante no sobrecargar el peso. Para iniciar el movimiento habrá que ponerse enfrente de la barra con los pies separados y la espalda recta. A continuación, se flexionarán las rodillas hasta alcanzar la barra con las manos y se levantará del suelo. Cuando la barrra se sitúe en la zona de las rodillas habrá que enderezarlas y estirar la espalda a la vez aguantando unos segundos en dicha posición. Después se volverá a repetir el ejercicio colocando de nueva la barra en el suelo y flexionando la espalda.
- Remo: Este puede llevarse a cabo con barra, polea o mancuerna. En el caso de la barra es importante no sólo mantener la espalda recta sino que a su vez, esta esté en posición horizontal con respecto al suelo. En el caso del remo con polea, el ejercicio consiste en sentarse en el banco y con la espalda recta agarrar la polea y tirarla hacia la zona abdominal, también de manera horizontal. Y finalmente, el remo con mancuerna en el que con una pierna sobre el banco, la espalda recta colocada de forma horizontal y el glúteo hacia afuera se tira de la mancuerna hasta subirla a la zona del pecho, repitiéndose así el movimiento una y otra vez. En todos los casos será posible elegir el peso y tal y como se ha comentado anteriormente, habrá que empezar de manera moderada.
- Dominadas: Este suele ser uno de los ejercicios de espalda más conocidos y llevados a cabo por muchas personas. Permite trabajar toda las zonas de la espalda, ayudando a tonificarla y a desarrollar los músculos. Además, al tener que hacer las elevaciones agarrando con las manos también se trabajan los bíceps.
- Jalón de espalda: Es muy semejante al mencionado previamente pero en vez usar el propio cuerpo se utiliza una máquina con una polea de la cual la persona se sujeta y tira hacia su pecho. Es importante mantener una postura relajada y con la espalda recta.
En todos los ejercicios mencionados anteriormente será de suma importancia mantener la concentración ya que solo de esta manera se podrá conseguir una técnica perfecta. Hay que apuntar que el hacer el ejercicio correctamente no sólo se debe a que se trabaje la zona deseada y se hagan visibles los resultados sino también al hecho de evitar cualquier daño o la aparición de una lesión. Es muy importante la seguridad y la salud ante todo, por lo que no habrá que forzar más de la cuenta ni poner pesos que no puedan ser soportados.
En definitiva, se recomienda ir poco a poco haciendo estos ejercicios y subiendo el peso cuando la persona se sienta realmente preparada. Además, es bueno preguntar a los entrenadores o expertos sobre el tema, ya que estos podrán corregir ciertas posturas en algunos ejercicios. De igual manera, lo más conveniente es preguntar a un médico o experto en caso de tener ciertos problemas antes de hacer un ejercicio y de igual forma si la persona se encuentra en periodo de recuperación de una lesión. Por lo tanto, con la técnica correcta y la voluntad adecuada son pocas las excusas para no trabajar para conseguir una espalda mucho más tonificada.