Cada vez son más las personas que practican la meditación, que consiste en el entrenamiento de la mente, gracias al cual se obtiene beneficios, como una mejoría del estado emocional o de la salud de la persona. Dicho de otro modo, meditar permite educar la mente de las personas y que estas conecten consigo mismas y con lo más profundo de su ser. Para hacerlo, son varias las técnicas que se ponen en marcha, las cuales también serán de gran utilidad para el individuo en otros momentos de su vida. Por ejemplo, la respiración, la contemplación la concentración, etc.
Además, gracias a los distintos tipos de meditación que existen, son muchas las personas que han conseguido algunos de los siguientes aspectos, fundamentales para vivir en paz con uno mismo y con el mundo que le rodea:
- Ser una persona más feliz y satisfecha con su vida
- Desprenderse del dolor que, en ocasiones, viene intrínseco en las personas
- Apreciar la vida y su significado, además del propio
- Convertirse en una persona que desprenda cosas positivas, ya que estas le empapen
- Dejar a un lado los miedos
- Luchar por aquello que se desea
- Disfrutar de una mejor salud y sentirse mejor con uno mismo
¿Qué tipos de meditación existen?
Hoy día son varios los tipos de meditación que se pueden poner en práctica. Algunos de los más conocidos son:
- Meditación budista: Con ella las personas se acercan a la naturaleza y es por ello que la práctica suele tener lugar en la misma. La calma será importante para alcanzar el principal objetivo de esta meditación, que es el control de la propia mente y la capacidad de abandonar o dejar a un lado cualquier tipo de interrupción.
- Meditación zen: Suele darse en lugares vacíos y espaciosos, donde el silencio es el auténtico protagonista. Es fundamental la espalda recta y la respiración profunda. Las personas han de situarse con las piernas cruzadas y el principal objetivo es que consigan tener un control no sólo sobre su mente sino también sobre su cuerpo.
- Meditación trascendental: En este tipo de meditación que se centra en conseguir un estado de calma o tranquilidad durante un tiempo determinado, que será aproximadamente una media hora. Algunas personas la realizan en varias ocasiones durante un mismo día.
- Meditación vipassana: Busca la purificación de quienes lo practican, algo que se consigue gracias a la concentración del cuerpo y la mente. Además, esta técnica de meditación lleva al entendimiento de ciertos aspectos como por ejemplo, el sufrimiento.
- Meditación Mantra: Busca llegar al estado más alto de la meditación pasando por los mantras, cánticos sagrados que consiguen relajar la mente de quienes lo practican.
- Meditación Kabbalah: Pertenece al judaísmo y es por tanto, una meditación religiosa. Buscan el acercamiento a Dios a través de la consideración del mismo como alguien superior.
- Meditación Chakra: Se centra en aquellos lugares del cuerpo de las personas donde se desprende energía. El sentir estos puntos hará que la persona sienta que esa energía se desprenda por todo su cuerpo mejorando así su bienestar emocional, su salud y su mente.
¿Cómo prepararse para practicar la meditación?
Existen una serie de consejos que vendrán bien a cualquier persona que quiera practicar la meditación. Algunos de ellos son:
- Utilizar prendas cómodas: Desprenderse de los accesorios u objetos que puedan suponer un estorbo. Además, también se recomienda quitarse los zapatos y utilizar ropa lo más cómoda posible, con la cual la persona se sienta en total libertad de movimiento.
- Escoger un sitio adecuado: No se puede meditar en cualquier lado. De hecho, este aspecto será fundamental para conseguir los objetivos que este entrenamiento propone. Un lugar tranquilo, espacioso y donde no haya interrupciones o ruidos será imprescindible para conseguir relajarse y conectar con uno mismo.
- Posición y respiración correcta: En la meditación, es importante comenzar con una posición en la que la persona mantenga la espalda recta y se encuentre sentada. Además, la respiración juega un papel muy importante ya que permite iniciarse en la relajación y la conexión con uno mismo, liberando tensiones. El objetivo está en conseguir la relajación corporal para después, llegar a la mental.
- Poner atención en lo importante: Durante la meditación, es normal que puedan aparecer distintos pensamientos o preocupaciones. Esto no debe de generar tensión a la persona, que debe de ser capaz de dejarlos pasar y continuar con su tarea, que es la de centrarse en algo en concreto. Por ejemplo, en su respiración.
En conclusión, son muchos los beneficios que conlleva la meditación al igual que los tipos que existen. Lo que esta claro es que todos ellos suponen algo positivo para quienes lo practican ya que en cualquier caso, buscan el bienestar de las personas a través de distintos caminos.
Será importante informarse acerca de todas las opciones existentes y valorar cual es la mejor para conseguir llegar hasta esa relajación que permita a la persona afrontar la vida de la mejor manera. No obstante, aunque hay algunos tipos de meditación que están más extendidos que otros y por lo tanto, son más populares, se recomienda no cerrarse a nada y ahondar acerca de todos y cada uno de ellos.