La vigorexia es una enfermedad mental, más concretamente un trastorno mental, del grupo dismórfico corporal, en el cual la persona se obsesiona con tener un cuerpo musculoso, y para conseguirlo recurre a un exceso de ejercicio diario, a una abundante ingesta de proteínas o carbohidratos y a un consumo abusivo de esteroides anabólicos, los cuales son peligrosos si se abusa de ellos.
Este trastorno también es conocido como complejo de Adonis, adicción al gimnasio o anorexia inversa, ya que las personas que lo padecen tienden a verse delgados, poco atléticos, débiles, sin apenas masa muscular, etc. Mientras que en realidad son fuertes y con mucha musculatura.
La vigorexia a pesar de no estar incluida aun en el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, afecta a 1 de cada 2.000 personas, y al 5% de las personas que acuden habitualmente al gimnasio. Normalmente se da en hombres, pero se conocen casos de mujeres que lo padecen.
¿Qué es la vigorexia?
Como hemos dicho antes, la vigorexia es un trastorno mental, en el cual la persona tiene una visión distorsionada de sí mismo y percibe, erróneamente, que es delgado, frágil o poco musculoso. Como consecuencia de esta distorsión, los vigorexicos se preocupan excesivamente de su físico, teniendo una necesidad de realizar ejercicio compulsivamente, con el fin de alcanzar el cuerpo que desean, llegando incluso a convertirse en una adicción.
También afecta a su conducta alimentaria, acompañando el exceso de ejercicio, con dietas extremas, ingestas exageradas y abundantes en proteínas, incluso con el consumo abusivo de esteroides para potenciar el crecimiento muscular, sin tener en cuenta las consecuencias negativas que esto conlleva.
¿Cuáles son las señales y los síntomas de que se padece vigorexia?
Hay ciertas señales y síntomas que nos ayudan a la hora de saber si alguien padece vigorexia, por ello es importante conocerlas y estar pendiente si se cree que alguien puede tener este transtorno. Algunas de ellas son:
- Distorsión de la realidad corporal: la persona que padece este trastorno se ve delgado y débil a pesar de tener un gran nivel de masa muscular y un cuerpo desproporcionado, por lo que pasan mucho tiempo en el gimnasio.
- Obsesión por realizar dietas: La persona vigorexica cambia sus hábitos alimenticios y se obsesiona por mantener una dieta rica en proteínas que le ayuden a aumentar su masa muscular.
- Necesidad de hacer ejercicio físico compulsivamente, para mejor su imagen corporal, siendo algo parecido a una adicción.
- Abandonar sus relaciones sociales, estudios, obligaciones, etc: La persona vigorexica suele dejar de lado sus relaciones sociales, aislándose de su familia, amigos, incluso de su pareja, para poder dedicar todo su tiempo al gimnasio y a cuidar su cuerpo.
- Hablar muy a menudo sobre su físico y pedir opinión sobre cómo le ve la gente.
- Mirarse constantemente en el espejo: La persona con este trastorno se mira muy a menudo al espejo, marcando musculo, sacando bola, etc; con el fin de comprobar si han ganado masa muscular desde la última vez que se miraron.
- Evitar situaciones de índole social que le hagan mostrar su cuerpo, como por ejemplo: ir a la piscina, vestir con ropa ajustada, etc.
- Consumir sustancias anabolizantes, suplementos alimenticios o esteroides, con el fin de ganar musculo más rápidamente.
- Sentir ansiedad ante temas que tengan que ver con su condición física.
- Sentir angustia si no realizan un día ejercicio, ya que es una adicción.
Hay que tener en cuenta que estas señales y síntomas son algo muy relativo, ya que cada persona es diferente, el cuerpo responde de manera distinta en cada caso y la forma de actuar ante el trastorno depende de la persona.
¿Cuál es la causa de la vigorexia?
Al igual que en trastornos como la anorexia y la bulimia, se desconoce su causa principal. Lo que sí se sabe es que el ambiente juega un papel muy importante a la hora de padecer vigorexia, al igual que la influencia de la sociedad, publicidad, etc. Gran parte de la obsesión que tienen estas personas, viene dada por las expectativas que creamos de un cuerpo perfecto, de los cánones de belleza, de lo que nos inculca la publicidad y la sociedad, etc.
¿Qué consecuencias puede tener padecer vigorexia?
Las consecuencias de padecer vigorexia no son solo psicológicas, este trastorno también deja secuelas físicas. Hay que tener en cuanta que dichas consecuencias depende de la persona, de la edad en que padezca del trastorno, de su conducta en él, etc.
Consecuencias físicas
- Deterioro de los músculos, huesos y articulaciones: El abuso de ejercicio físico desgasta los músculos, huesos y articulaciones del cuerpo. En los peores casos este deterioro puede llegar a ser irreversible.
- Daños a nivel hepático y renal: El abuso de sustancias anabolizantes, esteroides o suplementos durante largos periodos de tiempo y de forma muy repetida, puede llegar a causar daños a estos niveles.
- Hipertensión: Tener vigorexia aumenta la probabilidad de padecer hipertensión, incluso de sufrir un infarto.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Infertilidad: En el caso de los hombres, el consumo de sustancias anabolizantes de forma abusiva aumenta el riesgo de sufrir infertilidad, disfunción eréctil, disminución de la cantidad y la calidad de los espermatozoides.
- Mareos, dolores musculares, de cabeza, etc. Provocados por el excesivo ejercicio físico y la falta de todos los nutrientes necesarios en el cuerpo.
- Hiperproteinemia: como consecuencia de una dieta poco equilibrada.
- Esguinces o desgarros por culpa del exceso de ejercicio, incluso atrofia testicular y cáncer de próstata, en el caso de los hombres.
- En el caso de las mujeres alteraciones en el ciclo menstrual, aparición de acné, retención de líquidos, etc.
Consecuencias psicológicas
- Delirios, paranoia y manías: El abuso de sustancias anabolizantes, esteroides o suplementos en la alimentación puede llegar a causar problemas de delirios, paranoia, manías, etc.
- Pensamientos suicidas y actitudes autolesivas: También dadas por el abuso de estas sustancias.
- Depresión y ansiedad.
¿Cuál es el tratamiento para la vigorexia?
Como hemos visto anteriormente la vigorexia puede tener consecuencias negativas para el cuerpo y para la mente humana. Por ello es muy importante detectarlo a tiempo y que la persona afectada sea tratada por profesionales, tales como un psicólogo, un psiquiatra, un endocrino, etc.
El tratamiento para este trastorno, por norma general suele ser la terapia cognitivo conductual (TCC), aunque en algunos casos se recurre a la terapia cognitiva basada en mindfulness. La TCC se divide en dos pasos:
- Concienciación: En este paso se pretende que el paciente se conciencie de su trastorno y de cómo sus acciones y comportamiento afectan negativamente a su cuerpo, tanto físicamente o psicológicamente.
- Modificación: Tras haber realizado el paso anterior se pretende modificar la manera de pensar, su comportamiento y su conducta ante el trastorno. Para conseguirlo se utilizan técnicas como: la mejora de las habilidades sociales, la reestructuración cognitiva o el aumento de la autoestima y el autoconcepto, entre otras muchas.